lección I

1.8K 186 49
                                    

Minho se estiró, mientras fruncía el ceño con cierto fastidio. Miró hacia abajo, notando cierta área alzada que se remarcaba en los joggers que usaba para dormir.

Se talló la cara con cierta frustración, hacía tiempo que no tenía acción y aquello empezaba a estresar su cuerpo. Una vez que terminó de bostezar se levantó de la cama, yendo hasta el baño para bajar su problema. No tardó demasiado, saliendo a los pocos minutos para dirigirse hasta donde había dejado su celular, agarrándolo para revisar las notificaciones.

Miró con desinterés la mayoría de ellas, notando que cierta persona no le había enviado un mensaje como siempre lo hacía por las mañanas. Sabía el por qué, Chan se había marchado el día anterior molesto, luego de haberlo intimidado un poco para al final decirle que solo era una broma.

Rió leve al recordar el rostro de su amigo, tratando de disimular su sonrojo de enfado —o vergüenza— por haber creído que realmente le daría lecciones.

No podía negarlo, hasta cierto punto había sentido cierta culpa por haber jugado con él. Y más al contemplar el adorable rostro de Chan con la nariz arrugada por la mala pasada. No había pensado que el australiano tomara tan en serio acerca de saber del sexo, o de lo contrario no hubiera dicho nada.

Encogió los hombros, ignorando el hecho de que extrañaba el mensaje de Bang Chan preguntándole cómo había despertado.

Decidió continuar con la inspección de las notificaciones, viendo que el grupo de sus amigos por fin había revivido. Después de casi una semana, alguien había enviado un mensaje.

Changbin:
¿Quién se apunta para ir al bar esta noche?
Hace tiempo que no nos juntamos :(
8:17 a.m.

Minho bostezó, determinando si contestar o no. Leyó los mensajes de los demás, percatándose que todos habían aceptado, incluyendo a Chan, quien aparte, había agregado unos corazones.

Sin dudar más, tecleó en su celular, escribiendo un mensaje corto.

Minho:
Estaré ahí.
9:46 a.m.

Bloqueó su celular, cuestionando su actitud tan impulsiva. No le dio tanta importancia, enfocándose en que tal vez esa noche podría volver a tener acción luego de un tiempo.

Cuando el reloj marcó las veintidós horas Minho llegó hasta el bar acordado, retirando el casco que usaba en la moto para después remover su cabello, buscando acomodarlo luego de que en el camino se revolviera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando el reloj marcó las veintidós horas Minho llegó hasta el bar acordado, retirando el casco que usaba en la moto para después remover su cabello, buscando acomodarlo luego de que en el camino se revolviera.

Le dio pereza quitar su chaqueta y guantes, por lo que entró al lugar con ellos puestos, llamando la atención de varias personas. Sin prestarles atención paseó su mirada por todos los clientes, buscando a sus amigos.

No fue muy difícil encontrarlos, especialmente porque distinguió la espalda de cierto castaño. No tardó en dirigirse hasta donde estaban, sentándose justo al lado de Chan. El australiano le dió una mirada, para de inmediato volverla hacia Félix, continuando con su plática que parecía ser seria.

Instructor 「 minchan 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora