lección III

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Escribí esto en mi momento más esquizofrénico JAJAJAJAJ, disfruten y espero no se hayan olvidado de esta mrda de historia 😭
btw, feliz año!!!!

Escribí esto en mi momento más esquizofrénico JAJAJAJAJ, disfruten y espero no se hayan olvidado de esta mrda de historia 😭btw, feliz año!!!!

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Chan se replanteó si había sido una buena idea. Sabía que Minho no estaba interesado en él de manera romántica —él tampoco, por supuesto—, pero era justo esa la razón por la que sentía especial curiosidad del por qué había aceptado ser su supuesto «instructor».

Apenas habían pasado unas horas desde que se había despertado en la habitación de su amigo y de haber tenido su "segunda lección", que lo único que quería hacer era huir.

Creía que estaba haciendo algo mal.

No quería admitirlo, pero tener contacto físico en lugares que nunca pensó tener con su mejor amigo era demasiado vergonzoso.

Sin embargo, él realmente sentía la necesidad de tener esas lecciones. La noche anterior en el bar (y por la tremenda borrachera que se había dado) era un indicio de que definitivamente, todavía no había superado a su ex. Y no se refería a él, sino a lo que le había dicho.

Era un estupidez, lo sabía. Pero le seguía dañando a más no poder.

Él debía ser bueno en el sexo, para que ese maldito se tragara sus palabras.

No planeaba demostrárselo, es más, ni quería verlo en pintura, simplemente no quería estar estancado en lo que él le había dicho. No quería encasillarse.

Sabía que no era una buena decisión, Minho se lo había dicho la primera vez que había rechazado su petición a que le diera lecciones.
Y si eso era así... ¿Cuál era la razón por la que al final se había retractado y lo besara en los baños del bar?

Joder, que Lino era su mejor amigos desde hace años y ni siquiera entendía sus acciones.

Por un momento, se odió al sentir sus mejillas calientes cuando recordó la sonrisa juguetona que le había mostrado, aquella sonrisa que siempre le colocaba a sus conquistas cuando estaba a punto de decir o hacer algo travieso. Y sin embargo, se la había dado a él.

Trató de que eso no le hiciera sentir un tirón en su estómago.

En ese momento, como si lo hubiera invocado, el pelinegro se apareció en la cocina, con una toalla mientras secaba su cabello. Se había dado una ducha luego de su pequeña diversión juntos, que tan solo al recordarlo, Chan se sentía enrojecer.

Minho reparó en ese pequeño detalle y tomó una manzana del refrigerador para ocultar las comisuras de sus labios alzándose, anunciando mal augurio.

—¿Ya no sientes cansancio? —preguntó, mientras le daba una mordida la fruta roja en sus manos y dejaba la toalla en el respaldo de una de las sillas.

Chan lo observó confundido.

—Hasta hace menos de cuarenta minutos me estabas rogando por tocarte. A eso me refiero. Creí que habías quedado agotado luego de que te corrier-

Instructor 「 minchan 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora