Epilogo: Entre Copos y Caramelos

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¿como había continuado su vida?

Realmente bien, aun con lo pesado que era llevar acabo su trabajo como héroes, la preocupación que les recorría en cada misión donde sus novios se veían envueltos en el peligro, los prejuicios sobre su relación, se mantenían firmes y juntos.

Tras tres años dificultosos decidieron mudarse juntos, otros tres años mas después de ello entre los tres abrieron una agencia propia para no depender de la de Endeavor, quien al final simplemente dio su aprobación sobre su relación, varios de sus amigos habían decidido trabajar con ellos sin dudarlo.

Habían pasado dos años desde que su agencia fue abierta, y si bien el trabajo fue mucho mas agotador pudieron llevarlo perfectamente bien entre ellos.

Esa noche se encontraba Todoroki esperando recargado en el auto con la cabeza mirando hacia el cielo de donde caían finos copos, haciéndole recordar el inició de todo, aquel encuentro en los vestidores que acabo con ellos juntos, aunque quizás su relación había empezado mucho antes de ello.

—¡Hey bastardo toma!— el rubio le arrojo unos bastones de caramelos que un par de niños les habían dado esa tarde y habían especificado que eran psra su distraído novio.

—Blasty ten mas cuidado— el pelirrojo asomo su cabeza notando como el bicolor sobaba su rostro tras el golpe de los dulces

—Gracias Kats...¿nos vamos?— preguntale abriendo la puerta del piloto

—¡si joder estoy malditamente agotado!— gruño yendo a la parte del copiloto.

—¿pido comida a domicilio?— cuestiono el pelirrojo entrando a la parte de atrás del auto, aunque ya estaba sacando su celular para llamar a los redtaurantes de donde solían pedir cuando estaban demasiado cansados para cocinar, o más bien cuando el rubio ni queria hacerlo

—Quiero Soba—

—Ramen picante—

El pelirrojo asintió sonriendoles y pidio la comida de esa noche, los tres miraron un momento los copos de nieve que caían cada vez mas sobre la ciudad sonriendo sutilmente. El auto avanzo sin problemas por la ciudad, el pelirrojo platicaba sobre el dia con la musica de fondo del estéreo, la cual era elegida por el rubio, y el bicolor solo asentía y respondía a todo sin desconcentrarse del camino.

Estaban felices de que aquel fortuito encuentro se diera, pues así terminaron juntos.

Entre Copos y CaramelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora