Cap: 8

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—Aunque intentó irse, aquella chica azabache no lo dejó, estaba tan avergonzada por lo que había ocurrido antes—

—Despues de todo un elefante jamás olvida! (/Zape) o bueno mejor dicho Yaoyorozu Momo jamás olvida cuando hace algo mal o así es ella simplemente—

—Por eso le pidió al cenizo que se quedara para brindarle un té, como disculpa, la chica era tan inocente que ni siquiera se dignó a pensar en el por qué estaba hay junto a la castaña, (tampoco había otro motivo que el que ustedes ya saben)—

—Y aunque no era por nada malo, ella no se preocupó en preguntar solo quería disculparse con el chico de cabellera ceniza—

—Bakugou se negó por más de cinco veces pero, negarle a la azabache, era como negarle un dulce a un niño, si le dices que no parecía que iba a partir en llanto—

—Entonces se dio por vencido y acepto el té de la chica, la castaña pareció algo sorprendida por aquello pero, le restó importancia—

—Ahora estaban en la sala, en completó silencio, la azabache estaba en la espaciosa cocina preparando el té y de pronto el silenció desapareció—

—Tu no pierdes el tiempo verdad...— una voz masculina que nunca antes había escuchado el cenizo retumbó por toda la sala—

—No empieces... Yo no te digo nada a ti...— respondió con seriedad la castaña y así continuaron discutiendo o eso parecía—

—Al notar como ellos se llevaban y por la plena confianza que la azabache tenía al entrar a la casa pensó, en que eran amigos desde la infancia o eran parientes—

—Aunque el único parentesco que tenían era en su cabello, el del chico parecía como ver a su profesor pero, en versión púrpura y de tinte del barato, la otra chica era completamente azabache pero, muy elegante y luego los que eran mellizos, que tenían mechones negros—

—Realmente se le era muy extraño que fueran parientes y si lo que la chica mencionó era cierto, de que tiene preferencia sobre hermanos, realmente tendría sentido pero, no lograría entender el por qué no tenían muchos parentescos—

—Por favor... Paren de pelear, no tienen un poco de vergüenza— mencionó la azabache acercándose con dos tazas de té y dos refrescos en una bandeja—

—La castaña y el chico la miraron mal, para después cruzarse de brazos los dos al mismo tiempo, apartando las miradas en direcciones contrarias—

—Aff... Parecen niños...— susurro Momo con voz algo cansada— Ten, Bakugou...— mencionó pasándole una taza de té al cenizo, el la tomó con algo de cuidado (Ven si puede ser buena persona)—

—Para Katsuki era extraño estar hay, debería estar en la residencia y no en esa casa, con una amable cola de caballo, más un muerto y una cara redonda que parecía que iban a desatar la tercera guerra mundial—

—Chicos... Sus refrescos...— hablo nuevamente la azabache hacía aquellos dos, mientras tomaba asiento en uno de los sofás para beber de su té—

—La castaña tomo uno de los refrescos y asintió hacía la azabache, comenzó a beber el refresco mientras fijaba su mirada en una de las paredes de la casa—

—Katsuki se sentía como un tonto, no tenía algo que preguntar y no es como si ellos fueran a decir algo o si?...—

—Momo...— pronunció la castaña mirando todavía aquella pared— El viejo... Te dijo algo? Dijo cuando regresaría?...— preguntó con un tono serio—

—Eh!... N..no, no me dijo nada...— respondió la azabache algo incómoda al hablar de eso—

—Ja! Ahora dirás qué te preocupa papá?... No seas tonta!— Shinsou hablaba como si lo que la castaña dijera fueran bobadas—

ProblemáticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora