Capitulo 1: Un día para celebrar

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Me he levantado con un contagioso buen humor, los cabellos revueltos y una energía que no se acaba facilmente. Me levanté de mi cama volando, fui tan rápido a la sala que creo que el rayo McQueen se quedó pendejo, la sala de mi casa estaba decorada de colores llamativos, ligados en colores oscuros y en medio una pancarta felicitándome, pero al ver el reloj que colgaba en la pared, me di cuenta de que a penas eran las dos de la mañana,<<Mierda>> pensé, la verdad era que cuando se trataba de mi cumpleaños o un día para celebrar que me importara, bueno ya ven lo que pasa se me van los estribos...

Le saque el dedo medio al reloj y me fui a mi cuarto maldiciendo la hora:

-Que ladilla, la hora no puede ir maas rápido..-Digo casa en un susurro, para que nadie me escuchará

Tranque la puerta del cuarto sigilosamente y en puntillas me metí de nuevo en la cama, me arrope con mi sábana de las princesas de Disney (se que es muy infantil de mi parte, pero me sabe), luego de quedar atrapada como un burrito mexicano, me doy media vuelta para toparme con una almohada y la fría pared de color turquesa de mi habitación, me quedo en esa posición un largo rato que me pareció eterno, hasta que comencé a sentir mis párpados más pesados, y con ganas de cerrarse, avisando que me iba a quedar dormida en cualquier momento, y sin darme cuenta, ya estaba en el quito sueño, con la sábana en el piso y con medio cuerpo fuera de la cama...

(...)

Han pasado varias horas, unos rayos de luz salen de mi ventana, pegandome directamente en la cara, me revuelvo incómoda en mi rincón de la cama enrredandome con mi manta más de lo que ya estaba. Me quedo callada al escuchar unos zapatos choacando contra el frío piso de cerámica para abrir la puerta de mi habitación. En un instante deje de escuchar aquellos zapatos, ya que, estaban tomando la perilla de la puerta de color mármol de mi habitación para abrirla, inmediatamente me volteo y cierro mis ojos de nuevo fingiendo demensia.

La puerta se abrió de golpe y unas personas riéndose y con  unas sonrisas contagiosas se acercaban a mi "la bella durmiente", con un pastel en las manos y una almohada para despertarme a la fuerza por si a caso.

Tuve que contener la risa al ver que casi se le cae el pastel al piso a mi padre. El nombrado se acerca a el lado vacío de la cama y se acuesta allí, para luego abrazarme y decirme:

-Buenos días bella durmiente.. A levantarse- dijo depositando
un beso en mi cabeza hecha un lío

Yo por mi parte fingi no escuchar nada y balbucee:

-Callate, es jueves.. déjame dormir- Mentí

-Ok, entonces me tengo que llevar este PASTEL que tengo PARA TI- Pronunció eso con toda la intención del mundo para levantarme y lo logró

-¡ESPERA ESO ES MÍO!

Vi que se murmuraron algo que no alcance a oír para luego mi madre decir:

-¿Ustedes escucharon algo?- Dijo aguantando la risa

-NO, creo que fue el viento..

Me levanté demasiado rápido, y los detuve antes de salir de mi territorio:

-¡ALTO HAY, ESTE PASTEL TIENE NOMBRE Y APELLIDO!-Dije casi en un reclamo

-Vamos a tener que hacer esto cuando vayan al colegio- Le susurro mi madre a mi padre en un tono bajo pero discreto, pero que escuche muy bien

-Ni que tuviera sueño pesado mamá

-Hay sí, mira quién lo dice, yo creo que pasa un terremoto, se cae la casa y no te das cuenta- comento volteando los ojos

-Ja,Ja,Ja, que chistosa

Y como cosa sagrada, mi hermano (Hunter) al rescate, me abraza con mucha fuerza, me sono un hueso, creo que me rompió algo, se desprendió de mi mostrando una sonrisa malévola:

Buscando una SalidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora