Buscando una Salida

Capitulo 3: Tú inesperada despedida

-Cielo, quiero que me escuches...- dice con la voz entrecortada- Tú a-abuela sufrió un....un infarto, y se fué al un lugar mejor, uno donde no hay tanto sufrimiento- me susurro con su voz cargada de dolor y tristeza

Yo me quedé en shock.

No podía procesar muy bien las cosas. Estaba allí sentada en mi cama llorando en silencio... No estaba muy conciente de lo que pasaba a mi alrededor. Todo era tan confuso.

Ví como Camille se despertaba, diciendo cosas que no lograba escuchar muy bien. Ella y Julia corrieron hacia donde me encontraba y me abrazaron mientras lloramos las tres...

En ese momento lloraba como sí con eso pudiera hacer algo, me negaba a aceptar que la persona más especial en mi vida se allá ido... Pero tenía que dejarla ir, así lo hubiera querido ella, al menos... Eso creo

(...)

Ya pasadas unas horas, estaba en mi habitación, preparándome para el entierro de mi abuela. Julia y Camille se habían ido una hora atrás, les asegure que estaría bien y les prometí que las vería más tarde.

Tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, no había dormido nada en la noche anterior por estar pensando en lo sucedido...

Me terminó de colocar el vestido negro y unas botas del mismo color, para dirigirme hacia el piso de abajo llorando en silencio.

-Stella- susurra mientras me abraza y llora en mi hombro

-Enano- digo abrazando más fuerte a Hunter

-Niños- suspira- Ya es hora de irnos...- dice mi padre mirándonos, nosotros asentimos en silencio y vamos hasta la camioneta negra de mi mamá...

Dentro de la camioneta papá se tarda unos minutos en arrancar, pero antes de que Hunter o yo le preguntemos algo encendió el auto y empezó a conducir.

El camino al cementerio fué silencioso y vacío, ya no escucharía las bromas de mi abuela en el auto, sus comentarios fuera de lugar, sus regaños e incluso las veces que cantaba desafinada las canciones de la radio. La extrañaría demasiado, ella fué alguien muy importante para mí. Siempre estuvo hay. No puedo creer aún que se allá ido y de una manera tan sorprendente...

Al llegar al cementerio veo a toda mi familia, algunos están abrazados dándose palabras de ánimo, otros lloran y otros solo miran un punto lejano en el paisaje. Me bajo de la camioneta y me dirijo a la tumba de mi tío Rupert, él y mi abuela eran inseparables y ella siempre quiso volverlo a ver, ahora veo que sus pensamientos se hicieron reales...

De un momento a otro todos se queda en silencio, me doy la vuelta para ver qué tanto miran y allí en ese instante me doy cuenta de lo que están viendo.

El ataúd de mi abuela, y con el venía mi madre.

No había visto a mi madre tan destrozada como en ese momento, tenía unas ojeras gigantes, los ojos hinchados de tanto llorar, la cara cansada y el ánimo por los suelos. En ese momento supe que ya ella no sería la misma de siempre...

Cuando ponen el ataúd en el piso, no puedo evitar soltar un par de lágrimas, jamás imaginé ver a mi abuela en un coso de esos, pero la vida da muchas vueltas y bueno miren dónde ando.

El padre de la iglesia a la que mi abuela asistía empieza a hablar de ella y un montón de cosas que no presté atención.

Cuando terminó de decir sus palabras todos nos reunimos alrededor del hoyo donde sería enterrada ella, poco a poco la fueron bajando hasta quedar en el fondo. Algunos le lanzaron flores, otros cartas y otros solamente le hablaban mientras su cuerpo iba siendo cubierto por tierra hasta quedar completamente enterrado.

Al ver su cuerpo cubierto, todos empezaron a despedirse, yo solo me quedé allí parada viendo todo desde un segundo plano...

-Stella- suspiró- Debemos irnos cariño

-Papá espérame en el auto yo ya los alcanzo....

-Dale, te espero allá- dijo para darse vuelta e irse caminando

Me quedé un rato más observando su tumba y antes de irme saco una rosa blanca y la pongo sobre la lápida con todo el dolor del mundo y me vuelvo a poner de pie.

-Abuela... Gra-Gracias por todo, fuiste la mejor persona del mundo, gracias de verdad por cada momento. Te amo- dije secando mis lágrimas, y con el corazón en la mano me di la vuelta y empecé a caminar lejos de ella diciéndole inconscientemente adiós...