Capitulo 3

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Daniel se acerca a la patrulla de policía, donde está el testigo que alertó del cadaver y peleó con la policía, por su estado de animo parecía estar recuperándose de una borrachera. Antes de llegar a el, Daniel es atajado por Joseph Bohr.

-Daniel, se que quieres hablar con el testigo, pero quiero que tengas cuidado, estaba ebrio cuando notificó el asesinato, si se pone agresivo me avisas y lo dormimos- dijo Joseph

-Gracias, Joseph, pero por si lo olvidas tengo dos manos que me pueden servir de puños por si el inútil ese me empieza a fastidiar, ¿de acuerdo?- respondió Daniel, a lo que Joseph le abrió paso hacia la patrulla, donde estaba el hombre que notificó sobre el cadaver, era un hombre de unos 67 años, delgado y barbón, notablemente desaliñado, con una camisa y pantalón sucios. -Detective Ferdinand, vengo a hacerle algunas preguntas- se presentó Daniel

-Bill Mushnik- se presentó el hombre, también

-¿a que hora vio el cadaver?- preguntó Daniel

-A eso de las 12 de la noche, me acerqué al agente de policía más cercano para alertarle- respondió Bill, a lo que Daniel se mostró dubitativo

-¿Se acercó... o lo despegaron del cadaver?- dijo Daniel

-¿Está insinuando algo?- contra preguntó Bill

-No estoy insinuando nada, usted vio el cadaver y seguramente pensó que era una dama borracha y trató de tocarla- acusó Daniel

-Escuche, vivo en la calle, con esta ropa desaliñada y sin dinero ¿Qué mujer me haría caso? soy hombre y tengo necesidades... solo quise saber si estaba viva y...- confesó Bill

-No entremos en detalle Señor Mushnik, dejaré pasar esto, la pobre Mary Goodman sufrió mucho antes que usted la encontrara. Cuando la encontró ¿ya estaba fuera del auto?- preguntó Daniel

-No, estaba dentro de él, abrí el auto y me di cuenta que ella estaba en el asiento de copiloto, cuando lo vi el chofer había desaparecido- respondió Bill

-¿como es posible que cuando el auto chocó con el cartel de Coca-Cola nadie lo haya oído?- inquirió Daniel

-Sorprendentemente no había nadie, estamos en una época del año fría, así que pocas parejas vienen aquí a pasar el rato- dijo Bill

-¿y usted donde estaba?- preguntó Daniel

-Estaba durmiendo en una banca de la plaza cercana, el sonido del choque me despertó y vine a ver- contestó Bill

-Gracias Señor Mushnik, escuche, cuando vea policías no se ponga agresivo, solo será peor, alimentará cualquier sospecha que formulen contra usted- dijo Daniel

-¿Significa eso que estoy libre?- preguntó Bill

-Solo respóndame esta pregunta, si le encuentro un trabajo, ¿usted lo tomaría?- dijo Daniel

-Claro que si... quiero arreglar mi vida de alguna forma- respondió Bill

-Vaya a la comisaria de mi parte, necesitamos un nuevo bibliotecario en los archivos, vaya cuanto antes, y... prefiera mujeres vivas, Bill, pero si vuelvo a ver una actitud degenerada en usted, no me molestaré en encerrarlo, la cámara de gas será su próximo destino, ¿entendido?- dijo Daniel, a lo que Bill asintió con la cabeza-  ¡ahora váyase! tome un baño y trate de ponerse decente para trabajar- 

Después de eso, Daniel y Izak retornaron a la comisaria. Daniel se ubicó en su escritorio y se puso a analizar otra de las evidencias del caso: la revista que estaba en el auto. La abre y busca algo que llame su interés, y así sería,  no tardaría en encontrar unos números telefónicos en los costados de una de las paginas, de modo que toma el teléfono de su escritorio y llamó al primer numero, lo marcó, pero no contestó, así que Daniel llamó al otro numero, y este si le contestó.

-Buenas noches- dijo Daniel- soy el agente Daniel Ferdinand, de la comisaria 67. Street scenter, identifíquese- 

 -Soy Emily Karlson, agente- le respondió 

-Disculpe, ¿tiene algo que ver con el Senador Paul Gerard-Karlson?- preguntó Daniel

-Soy la esposa del Senador, ¿a que debo su llamada?- dijo Emily

-Lamento notificarle el asesinato de la secretaria de su marido, Mary Goodman, ¿usted la conocía?- preguntó Daniel

-Claro que la conocía, mi esposo va a todos lados con ella... o mejor dicho "iba"- contestó Emily

-Okay, señora Karlson, debo solicitarle que venga a la comisaria tan pronto le sea posible, necesitamos saber algunas cosas para aclarar el caso- solicitó Daniel

-¿por qué no mejor llama a mi marido? yo no tengo nada que ver con la muerte de Mary- inquirió Emily

-Con esas simples palabras, Señora, podría sospechar de usted, si no tiene nada qué ocultar venga a la comisaria y le haré algunas preguntas y eso será todo- dijo Daniel, elevando un poco la voz

-Está bien, agente, mañana iré por la mañana- dijo Emily.

Daniel colgó y Izak entró a la sala.

-Oye, un vagabundo vino aquí y dijo que le ofreciste trabajo- mencionó Izak

-Efectivamente, lo hice- respondió Daniel

-y ¿por qué?- dijo Izak

-Todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no?- respondió Daniel, a lo que notó en el rostro de Izak que esa respuesta no le convenció del todo-  mi abuelo era un ex-convicto, un ermitaño, y cuando mi padre era un niño un hombre de sociedad le ofreció trabajo para así tener qué darle de comer a sus hijos- relató Daniel

-Ah, vaya, te recordó a tu abuelo- razonó Izak

-No lo alcancé a conocer, Izak, murió cuando Estados Unidos se unió a la Segunda Guerra Mundial, en 1941, para esas alturas solo había nacido mi hermano Franz, mi abuelo era un borracho que se bebía todo lo que ganaba, pero al menos esa oportunidad lo salvó ...- respondió Daniel

-¡Ah! hablando de borrachera, vamos al bar de Samuel, investigar da mucha sed- dijo Izak, a lo que Daniel y él se retiraron de la comisaria.

La gran investigación de mi vida: Efecto DominóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora