𝓤𝓷𝓪 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪 𝓭𝓮 𝓪𝓶𝓸𝓻🌹ᶻʰᵃⁿᶜʰᵉⁿᵍ

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Al despertar casi salta de la cama, entre sus brazos en lugar de yacer su amado esposo, se encontraba el despiadado Sandu Shengshou. Trató de alejarse sin despertarlo y cuando finalmente lo logró, no pudo creer que su cabello suelto y sus facciones relajadas lo hicieran lucir casi inocente. Él era todo menos una buena persona, así que apartando la mirada decidió tomar un baño para iniciar su día. No llevaba ni tres minutos escogiendo las túnicas que usaría cuando Jiang Cheng adormilado se acercó a él.

— ¿Qué crees que haces? Debes descansar, sé que eres el líder de Gusu Lan, pero hasta tú debes conocer tus límites.

Wangji se molestó por su tono y casi se le sale una palabra de reproche cuando el Jiang lo empujó sobre la cama, no obstante lo olvidó cuando Jiang Cheng fue a cambiarse. Estaba aliviado de saber que se iría hasta muy entrada la tarde.

Intentó ir al Jingshi y ver que ocurría con su hermano, pero al llegar escuchó a su tío regañar a Wei Ying por seguir dormido y permitir que Lan Wangji, o más bien su Xiongzhang, fuera a supervisar el entrenamiento de los Juniors.

Eso lo hizo volver de prisa al Hanshi, meditó un poco y trató de encontrar la forma de afrontar los días por venir. Al llegar la hora del desayuno se dispuso a pedir algo a los discípulos. Sin embargo no tuvo que hacerlo, Jiang Cheng entró con la comida y le sirvió su medicamento.

Wangji tuvo que dirigir una ligera platica, y cada que Jiang Cheng intentaba hablar de algo que se suponía debía saber, él solo asentía o intentaba desviar el tema, pues no quería que su desconocimiento lo hiciera sospechar que algo iba mal.

—Xichen prometiste que pintarías mi animal favorito, ya que tendrás tiempo libre ¿Por qué no lo pintas para mí?

—Cierto...tu animal favorito...—musitó A-Zhan sin saber que sería— Claro, lo haré...pero ¿Cómo te gustaría?

—Tres cachorros en un lienzo pequeño estaría bien...Hmn, debo volver al trabajo.

Jiang Cheng salió del lugar y Wangji suspiró con tranquilidad.

Lo vio regresar para la cena y contarle lo que había sucedido con las cacerías de la secta, los asuntos que había arreglado con su tío y más tarde esa noche le pidió que tocara el Xiao. A lo cual trató de negarse pero no lo consiguió, tocó dos melodías antes de que ambos decidieran ir a la cama.

Wangji estaba agradecido por el hecho de que a pesar de todo, Jiang Cheng no había hecho ningún intento por besarlo o tener intimidad, se preguntó si su hermano iniciaba los acercamientos o si su relación no llegaba hasta ese punto. Ignoró ese pensamiento y fue a la cama.

Todavía era entrada la noche cuando el movimiento repentino a su lado lo despertó. Jiang Cheng respiraba agitado y una ligera capa de sudor cubría su frente, lo vio ponerse de pie y murmurar.

—Lamento haberte despertado, vuelve a dormir.

Salió del Hanshi y aunque Lan Wangji realmente no se sentía responsable por lo que ocurriera con Wanyin, sabía que su hermano no lo dejaría ir sin intentar hablar con él. Así que se puso su túnica exterior y lo siguió.

— ¿Una pesadilla?— intentó sonar como su hermano, pero una parte de él sabía que de eso debía tratarse, una persona tan malvada como Jiang Wanyin no debía descansar tranquilo, no con todas las cosas horribles que cargaba a sus espaldas.

—Algo así...—contestó caminando sin rumbo— ¿Recuerdas cuál fue la última palabra de amor de tu madre?

Lan Wangji que caminaba detrás de él, frunció el ceño, no entendía porque hablaba de su madre, pero supuso que era algo que podría hablar con su hermano así que simplemente contestó.