Part 1
En un día un poco gris, con apenas las luz que pasaba através de las densas nubes, aquella playa que está a un lado del famoso acantilado, no era tan concurrida por la época del año, ahora se iluminaba por esta chica, Pilar que estába arreglando su falda a la espera de su amada, Teresa, la última le indico que quería verla en la playa para darle una sorpresa, Pilar estaba muy enamora, ciega de amor, tanto que ese día se puso su sombrero favorito.
A la espera de Teresa, Pilar ya se había quitado sus zapatos y estaba sentada en la arena viendo hacia el mar, jugueteando con sus dedos, pensaba:-"Teresa esta tardando"-, pero se intentaba calmar, ya que Teresa era un poco torpe, y siempre tiene un contratiempo.
En medio de los pensamientos de Pilar, alguien le tocó el hombro y Pilar no dudó en girarse y ver a Teresa con una sonrisa, se levantó tan rápido de la arena que hasta se le cayó su sombrero a la extensa arena, la observo unos segundos y le dio un gran abrazo, Teresa se exaltó, aún no se acostumbraba a la expontanea Pilar, después de unos segundos le respondió el abrazo.
Pilar:-"¡¿Por que tardaste tanto?!"
Pilar estaba haciendo su puchero matutino mientras Teresa se reincorporaba.
Teresa:-"estaba arreglando unos asuntos."-
Sonaba un poco nerviosa, pero Pilar no preguntó al respecto y a su vez la tomo de su manos para calmarla.
Pilar:-"y entonces, ¿Por que nos estamos reuniendo?"-
Pilar estaba muy emocionada y interesada en Teresa, apesar que apenas se estaban conociendo, pareciera que fueran almas gemelas por lo bien que se veían juntas, pero, por otro lado, Teresa se notaba ansiosa, que hasta borró la pequeña sonrisa que suele tener, se puso tensa cuando Pilar preguntó, respiro profundo, calmandose a si misma, con firmeza, algo forzada, decidió hablar.
Teresa:-"Pilar, nos reunimos aquí por que tengo que confesarte algo"-
Teresa tomaba respiros entre palabras, su incomodidad era contagiosa, tanto que la transmitió a Pilar, que estaba muy curiosa por saber que era esa incógnita que tenía Teresa, y el por qué la coqueta Teresa era tan formal, mantuvo silencio para oír bien a Teresa.
Teresa:-"necesito que te alejes de mi, eres... Rara y lo que paso en estas dos semanas fue muy confuso para mi, eres una mala influencia para mi y quiero que sepas que, te utilize para sacarte todo tu dinero, pero eres tan tonta que ni siquiera lo notaste, se acabó Pilar"-
Teresa dejo salir todo sin piedad y sin escrúpulos, lo hizo de una sola, que apenas tuvo tiempo en pensar en Pilar y solto las manos de Pilar de un arrebato, para después alejarse y sin mirar atrás se dirigió a un auto donde la estaba esperando su prometido mirando la escena a lo lejos entre risas, Teresa se subió al auto apesar de que ella no quería, se sintió obligada por las amenazas de su futuro marido.
Pilar estaba confundida, no terminaba de procesar todo lo que salió de Teresa, y más por que parecía que había memorizado esas palabras, no quería creer que todo era falso, las risas en la pijamada, el día que se conocieron en la cima del acantilado o los besos que se dieron esa noche lluviosa, no se dio cuenta que Teresa la dejo sola hasta que oyó el auto arrancar, y corrió detrás de él en un intento de querer ver a Teresa, fallo, y entre lágrimas, una cara de horror se hallaba en ella, por la sorpresa de aquellas palabras que dijo su amada Teresa, Pilar sólo procesaba la información mientras lágrimas salían.
Mientras tanto Teresa con culpa por sus palabras, su prometido conducía y la convenciendola que estuvo bien en terminar esa "amistad".
Teresa estaba cansada de su futuro esposo, Gabriel, era un vago adicto a las apuestas, no sabía si el carro donde estaban lo había comprado o robado, no se sorprendiria si fuera lo último, pero era agotador estar a su lado, por que ahora solo estaban juntos por el miedo a estar solos.
Gabriel:-"es sólo una niña de mami y papi, que sentido tenía seguir ahí si no podíamos sacarle dinero, alégrate que te pudiste salir de esa casa"-
Dijo volviendo su cara al volante para ver a la solitaria carretera principal, pero parecía que sus palabras no llegaban a Teresa, se vía pérdida mirando hacia el mar, buscando algo al parecer, su culpa la estaba consumiendo poco a poco, no podía parar de pensar en Pilar y en como se podía estar sintiendo, pero despertó por el grito de Gabriel.
Gabriel:-"¿¡ME ESTAS ESCUCHANDO!?"-
Teresa asustada, sabia lo agresivo que podía ser su prometido, no quería soportar más golpes de aquel ser inhumano.
Teresa:-"Claro amor, ¿Donde nos vamos a quedar esta noche?"-
Fingió su sonrisa con temor a que se moleste aún más pero su plan de cambiar de tema al parecer funciono.
Gabriel:-"Oh, de echo, quería hablar contigo sobre eso"-
Tenía una media sonrisa en señal de coqueteo pero Teresa solo pensaba "eres muy simple" y lo odiaba, sólo volvió en si y se dispuso a escuchar a su prometido, aunque le disgustara tanto.
...
El tiempo pasó y llego la noche, las olas del mar ya no eran celestes, se habían degradado a un azul oscuro, tan oscuro que parecía que se había funcionado con el cielo nocturno, un perfecto ambiente melancólico para Pilar que estaba ubicada en la cima del acantilado, sentada, con su falda manchada y sus manos sucias, no tenía zapatos, los había olvidado por ahí, estaba llorando, pero su cara parecía inexpresiva, la alegre Pilar, tan resplandeciente, ahora se veía apagada y cansada, cansada de esperar el regreso de Teresa, la espero, a pesar de las palabras tan hirientes que había dicho, horas antes, cuando se dio cuenta de sus intenciones, Pilar grito al sonido del romper de la olas que llegaban a la orilla de la playa, seco su garganta hasta que empezó a doler, pero siguió gritando, tratando de alguna manera expresar su dolor, su más grande decepción amorosa, se sintió traicionada, como si el mundo se le viniera abajo, y esos sentimientos no pararon, incluso cuando subió toda esa colina para estar en cima del acantilado, estaba derrotada, y sólo se quedó ahí hasta el atardecer, llorando y recordando todos esos bellos momentos que vivió junto a Teresa fueron falsos, ¿ese beso también lo fue?, Era lo que resonaba dentro de Pilar viendo hacia el infinito mar azul, se reincorporó y bajo la luz de la luna llena levantó su brazo derecho como si quisiera tocar el oscuro mar.
Pilar:-"pareciera que lo hice yo con mis lágrimas"
Dijo con una sonrisa, mientras que Pilar se acercó mucho más a la orilla, en un intento desesperado de tocar el mar, apesar de toda la distancia que había entre ella y el ahora sombrío mar hasta que simplemente perdió la estabilidad y cayó, a la profundidad de aquel acantilado, que vio reunir a esas dos almas en una pasional relación y ahora en un tráfico final.
...