𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧 𝐱 𝐅𝐞𝐦!𝐫𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫

𝐌𝐞𝐠𝐮𝐦𝐢

━━━✧♡✧━━━✧♡✧━━━✧♡✧━━━

Tras despertar al lado de Nobara, recordé cómo había llegado hasta allí. Me incorporé del mullido colchón con cautela, tratando de no despertar a mi compañera y la tapé de nuevo con el edredón para que siguiese descansando. Acto seguido, recogí mis cosas y salí a hurtadillas de su cuarto. 

Caminaba tranquilamente hasta mi habitación hasta que choqué con alguien por el pasillo. 

- Lo siento... - dije mientras bostezaba y apartaba un poco el pelo de mi cara.

- ¿Qué haces despierta a estas horas, (N)? - preguntó la indudable voz de Fushiguro. 

Alcé la vista con las cejas alzadas. ¿Acaso era tarde? Pensaba que serían las 6 o las 7 de la mañana, porque es la hora a la que me suelo levantar durante la semana, pero al parecer, estábamos de madrugada.

- ¿Qué hora es? - pregunté algo somnolienta mientras me apoyaba en la pared.

- Son las 3:17 de la madrugada, (N). 

- Mañana me va a costar levantarme... - murmuré mientras cerraba un momento los ojos y sentía que la cabeza se me iba hacia delante.

- Mañana es sábado. ¿Se puede saber dónde tienes la cabeza? - preguntó de forma retórica. Negué levemente porque ya conocía esa frase; mi padre, Panda, Gojo y él solían decirme que vivo en mi propio mundo, o que siempre estoy en las nubes. Una pequeña risa salió de mi boca.

- ¿Y tú qué haces despierto? - pregunté mientras abría un poco los ojos y lo miraba con falsa desconfianza.

- Me cuadró. - mintió.

- Megumi, ¿cuándo te hemos enseñado a mentir? De verdad, qué poca confianza. - dije mientras me separaba de la pared y comenzaba a retomar mi camino. - Bueno, como sea... Hasta mañana. - canturreé mientras estaba a escasos pasos de mi puerta.

- (N), espera. - dijo cuando agarré el pomo de la puerta.

- ¿Sí? - respondí mientras alzaba la vista de la oscura madera de la puerta y lo miraba.

- ¿Sigues teniendo libros...? - preguntó. Alcé las cejas con sorpresa, nunca me esperé que me hiciese ese tipo de preguntas.

- Sí, claro. ¿Por qué?

- Préstame uno. 

- ...vale. - respondí mientras entraba de nuevo en mi cuarto. Miré la enorme estantería mientras buscaba algo que le pudiese gustar. ¿Suzanne Collins? Probablemente. ¿J.K Rowling? No, no me imagino a Megumi leyendo Harry Potter... 

- ¡Bingo! - exclamé mientras agarraba el libro perfecto. Salí de la habitación y me apoyé de nuevo a su lado. - Aquí tienes. - dije mientras se lo pasaba.

- "En la montaña de la locura". - leyó en voz alta. - Me puede valer. 

- Bien.

Nos quedamos en silencio por un rato más. La luz de la luna atravesaba las ventanas y apenas nos podíamos distinguir entre la oscuridad.

- (N).

- Dime.

- Lo que iba a decirte el otro día, era que...

- ¿Qué...?

- Sé que te presionas mucho por lo de tu padre y que a pesar de que lo disimules, te sientes mal por lo ocurrido con Sayumi. Pero quería que supieras que eso, que siempre puedes contarme lo que sea. - musitó mientras miraba por la ventana.