〃capítulo 3〃

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La cabeza le dolía y sus oídos pitaban con constancia

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La cabeza le dolía y sus oídos pitaban con constancia. Miró el reloj desde la cama y se percató de que había pasado toda la mañana durmiendo, aunque tampoco tenía nada por lo que preocuparse; ese día no tenía ensayos.

Sin embargo, cuando vio un mensaje de un número desconocido de hacía dos horas, se alarmó.

Número desconocido

Soy Jungkook
Podemos vernos esta noche?

Jimin se frotó los ojos y tecleó rápidamente una respuesta afirmativa. Ni siquiera sabía la hora o el lugar, pero de eso se dio cuenta más tarde.

Tratando de recordar algo de la noche anterior, se levantó a duras penas para hacerse un café y luchar contra la resaca. Los bailarines habían aprovechado el fin de los ensayos para explotar la noche al máximo y Jimin estaba seguro que más de uno se habría despertado igual o peor que él.

Se hizo unas tostadas para desayunar y mientras las devoraba revisó las fotos de su teléfono. Echaba de menos a su familia, pero eran tan conservadores que cuando supieron que quería ser bailarín y además era homosexual, tuvo que irse de casa.

Justo entonces recordó la carta que había recibido días atrás, anunciando que le echarían del apartamento si no cumplía con el alquiler a tiempo. Esa misma tarde era la fecha límite, pero no tenía el dinero suficiente, así que solamente le quedaba esperar a que un milagro sucediese. La compañía para la que trabajaba era bastante buena, pero su salario no era tan grande como para cubrir todos sus gastos.

El resto del día lo pasó empaquetando algunas de sus pertenencias más importantes en compañía de su pequeño gatito blanco, que no hacía nada más que dormir o arrastrarse perezosamente por el suelo.

Por la noche cenó algo ligero, porque Jungkook le citó delante del teatro después de comer. Él pensó que podrían haber cenado juntos, pero no lo sugirió por vergüenza a un rechazo.

Como era habitual en su vida, fue en autobús hasta el lugar porque aún no tenía la licencia de conducir. La parada quedaba frente al teatro, así que nada más bajarse del transporte pudo ver la ropa y el cabello oscuro de Jungkook.

Jimin se acercó con la intención de asustarlo, pero él se giró antes de tiempo.

──Acabas de arruinar una gran aparición ──se quejó.

Jungkook chasqueó la lengua, caminando en su dirección.

──En realidad la culpa es tuya, podría reconocer tu olor a kilómetros de distancia ──bromeó.

Jimin volvió a extrañarse porque se le había olvidado ponerse perfume. ¿Sería el desodorante?

Cuando estuvieron cerca, Jungkook tomó su mano y la llevó hasta sus labios para dejarle allí un beso delicado.

❝ Melodía inmortal 𝄄 𝑩𝑻𝑺 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora