𝐄𝐥 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐤𝐚𝐦𝐨𝐭𝐨

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Apartamento de Yuta; 8 P

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Apartamento de Yuta; 8 P.M

Se había dado un baño, se había cambiado y estaba preparando la cena, una noche normal en la vida de Yuta, a no ser por el pequeño detalle que ahora Taeyong estaba dormido en su cama.

¿Cómo estaba tan calmado? Ni él mismo lo sabía, al principio estaba tan asustado de la nueva información que sus manos temblaban. Pero siempre trataba de mantener la calma, tratando de analizar bien la situación y saber bien lo que iba a hacer.

- Dios, mi cabeza va a explotar. —vertió el agua caliente en el plato para cocinar los fideos instantáneos, el olor de Taeyong estaba combinado con el de Yuta por estar en su cama y su olfato lo percibía todo, como el dulce aroma se mezclaba con el olor a lluvia de él, haciendo una rara pero agradable combinación.

Suspiró, no había tenido el suficiente valor como para buscar en internet lo que Taeyong le había dicho, es más, trataba con todo su ser no pensar mucho en eso por ahora, ya que estaba seguro que se le caería el cabello de tanto estrés.

El bostezo que se escuchó en su habitación lo sacó del estúpido trance en el que se había metido, ¡Genial, ya había despertado, rápido, rápido! Se peinó con sus manos, verificó su aliento y caminó con sus manos en sus bolsillos hasta su habitación.

El pálido estaba sentado en la cama, tallándose sus ojitos con la manga de su suéter y mirándolo confundido, cuando se dio cuenta de donde se encontraba sus mejillas se encendieron y se cubrió hasta la cabeza con las sábanas de Nakamoto.

– De-despertaste. —se abofeteó mentalmente por haber tartamudeado en un momento como ese, Taeyong se destapó un poco dejando solo su cara al descubierto.

– Gracias por traerme contigo, debió haber sido una molestia, disculpa.

— No, no, lindo, está bien, eres bienvenido cuando quieras. — sonrió, tratando de mejorar el vergonzoso ambiente en el que se encontraban ambos, rascó su nuca y se sentó al borde de la cama, apenas en una orilla. —
¿e-estás cómodo? Si algo te molesta dímelo.

Taeyong negó varias veces, estar entre las blancas sábanas del Alfa se sentía bien, se sentía a salvo y protegido, Nakamoto abandonó el lugar para aparecer segundos después son dos platos de fideos instantáneos.

PORNO!¡ [YUTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora