"Cuando ella se marchó de casa, se puso demaciado feliz por verla de esa manera, tan contenta llena de alegría y sin ninguna atadura hacia él.[…] Pelearia por esa felicidad que se había propuesto su hermana menor Corina.[…] Aunque te soy sincero, ella después de ahí vivió un mismo infierno que no de cuántas veces había logrado salir de alli."
Bauduin Bernhart, era un hombre demaciado rico y ocupado por mantener la apariencia tan imponente que logró conseguir a base de miedos y engaños. Cuando una familia cercana a él falleció le dejaron al cargo a dos hermosas gemelas; Gloria y Corina Bernhart, nombradas con ese apellido siendo que eran como las hijas de aquel hombre. Crecieron con demaciadas distinciones entre ellas, mientras que a Gloria se le trataba como una reina la cual tenía que concentir estaba del otro lado Corina quien se la vivía de la sombra de su hermana mayor.
Ellas no sabían por qué eran esas distinciones tan marcadas entre ambas, pero estaban seguras que era para separarlas para siempre, generar odio entre ambas.
Cuando ambas niñas tenían diez años, comenzaron a tener que tomar distancia entre ambas puesto que a una la ponían a ser la próxima heredera y la otra comenzaba a ser excluida de la propia sociedad, se la pasaba encerada en casa mientras que su hermana mayor salía al mundo a presumir que existía, eso provocaba lágrimas por parte de Corina.
Quería ser aprobada también por aquel que les crío, quienes vieron como un padre aún cuando él les decía que era solo su tío. Corina rápidamente comenzó a experimentar, utilizaría su mente brillante y con pocos materiales que encontrará en casa o la basura seria capaz de hacer que le voltee a ver Bauduin, su tío.
Y valla que le miro, solamente para golpearla con fuerza por desperdiciar tiempo en eso en vez de utilizar sus manos en demás cosas. Tal vez en ser, la esposa perfecta para el hombre perfecto. Gloria por parte peleaba, gritaba y arremetía contra su tío para que dejara de tratar de esa manera tan bruta a su hermana, no era como ella que podía aguantar presión contra presión.
— ¡Es mi hermana menor! Tío, ella es demaciado frágil. — uno de esos días que Bauduin había terminado de golpear a Corina y se encontraba en su despacho, Gloria con molestia entro golpeando las puertas. — No le puede seguir haciendo esto. — Alzó la voz molestia tirando una jara de agua que tenía en el escritorio empapando varios papeles importantes.
Bauduin se levantó de su asiento tomando de ambas manos a su quería y preciada sobrina, pasándola por el escritorio que estaba lleno de agua, estaba casi recostada en ese mueble de madera barnizado. Empapaba sus ropas, su vientre que se encontraba casi recostado ahí comenzaba a hacer que tiritara.
No de frío, si no de miedo por haber hecho eso.
Con los labios entreabiertos fue besada por ese hombre que se decía llamarse su tío, quien fue su primera y única figura cercana a una familia. Lamentablemente ahí mismo y con la edad de doce años comenzó a ser tocada por él. Cada que quería gritar le recordaba amargamente que lo hacía por Corina.
Todo lo estaba haciendo por ella, aunque nunca se lo contará para que le dijera un gracias lleno de pena por haber entregado ahí mismo su cuerpo de niña que apenas cambiaba a adolescente. Su hermana no iba a salir por un buen rato de su habitación, cerro sus ojos y dejo que mancharan su cuerpo.
Las veces que lo hacía con Bauduin, era intercambiar una pequeña salida a lo más cercano que podría llegar a despejarse Corina, Gloria sentía que lo que estaba viviendo era nada comparado a los años de abuso que su hermana menor vivió.
Sin embargo, llegó a un punto que ya no aguantaba dar su cuerpo, dejando ese trato de lado volvieron los golpes hacia Corina provocando una crisis entre si sacrificarse o dejarla volver a pasar por ello después de mucho tiempo de minimizar su impacto.
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Detrás de un volante.
FanfictionHange "Zöe" Bernhart es una persona que le obligaron a ser sumisa a contra de su voluntad. Después de escapar de su esposo Zeke, aquel que le arrebató su felicidad, Zöe se dió cuenta que dió todo por él pero él no dió nada por ella. Moblit Berner...