-¡Quiquiriquí, quiquiriquí!- trata de imitar el canto de un gallo-¡Es hora de levantarse!- y me sacude el hombro.
-Luuuucy déjame dormir- gimotee.
No seas infantil. Tu nunca eres infantil.
Lucy intenta de nuevo despertarme. Y le lanzo mi almohada y acertadamente le da en la cara.
-¡Hey!-se queja dejando la almohada en su cama.- ¡Levántate, floja!- y se acuesta ¡sobre de mi! Aplastándome y dejándome sin aire completamente.
-¡auxilio, auxilio!-dramatizo-¡pelirroja me quiere asfixiar!- grito
-¡¡¡CALLATEE!!!- y me tapa la cara con la almohada.
Ahora si me quiere matar.
Aparto la almohada de mi cara.
Ha ganado una batalla, pero no la guerra.
Me levanto de mi cama.
-¿que?-pregunto- ¿por qué la intrusión a mis lindos sueños?-
Se ríe.
Jummmm.....
-Prepárate, tienes que ir a practicar- dice muy sonriente.
¿Y esta que mosquito le picó?
-eh....- digo titubeando.
-¡tranquila!-dice con una sonrisa calmada- tengo un plan.-y se le ensancha su sonrisa.
Oh oh, no me da buena espina.
****************************
Lucy y yo caminamos por el pasillo que nos lleva al vestíbulo donde entrena el Equipo.
Llegamos y nos encuentramos con unas serie de personas desconocidas para mi, pero no para Lucy.
-hola, nena- me saluda
Y sin si quiera voltearme digo-Hola Ian-
Y estoy en lo correcto.
-JAJAJA me siento acosado- comenta.
-¿por qué?-preguntó intrigada.
-por que sin si quiera verme, sabes que soy yo, seguramente ya reconoces mi aroma a kilómetros-ve mi cara de horrorizada y se ríe- pervertida.-dice con su sonrisa torcida. La de siempre.
-¿queeee? ¡No!-trato de hablar mientras el ya se dio la vuelta y se va alejando- ¡tu eres el ....-
Se voltea y me dice- tranquila, no le diré a nadie, nena- y me guiña el ojo.
Mátenme, por favor.
Ahora todos pensaran que soy una pervertida sexual. Que genial.
Llega David por el pasillo y como el día anterior, cierra cualquier conversación que tuvieran.
Siento como Lucy se sitúa a mi lado con la cabeza bien en alto.
David posa los ojos en ella, y después en mi, unas dos veces.
-empiecen.- es lo único que dice.
Lucy y yo nos quedamos en donde estábamos, al igual que el.
-¿Que haces aquí?- pregunta David muy tranquilo, o al menos eso aparenta.
-Vine a entrenar- dice Lucy muy confiada.
-¿Tu apruebas esto?-pregunta David ahora dirigiéndose a mi.
No puedo quedar mal con Lucy.
-Claro que si, ella debe estar aquí-
David sacude la cabeza.
-Que decepción- no se a quien se refiere, si a Lucy por presentarse o a mi, por estar de su lado.-tu -dice dirigiéndose a Lucy- vete y tu- se dirige a mi- sígueme, dejen de ser unas niñas, ustedes no pueden decidir, solo acaten ordenes- se da la media vuelta esperando que lo siga
veo a Lucy y su mirada se obscurece.
-¡espera!-grito, para que pare. Y lo hace.- si ella no va, yo tampoco.
La miro y ella esta sorprendida al igual que todos, como yo, de haber dicho eso.
¿Qué me está pasando?
Bueno, eso funciona en las películas, le das a elegir y al final ganas lo que quieres ¿no?
-Entonces váyanse las dos-dice sin más.
No, no funciona.
-¿Qué?- digo sin creérmelo.
El se aleja sin hacerme caso.
Y yo lo sigo. Cuando estoy lo suficientemente cerca, tiro de el para obtener su atención.
-¿Quién te crees para tratarla así?
-¿Quién te crees tu para saber quien es ella?
Y se que tiene razón, de nuevo. Hace unos días que la conozco.
-solo se que vale lo suficiente para no merecerse ser tratada así, como TU la tratas.- grito con furia.
-¿Que fácil es juzgar no?- pregunta- tu no sabes nada de aquí, ni conoces a nadie.-dice con los dientes apretados y se que esta molesto.
-Si, pero te prometo, que las cosas aquí, van a cambiar. Te lo prometo.- y ahora soy yo la que se da la media vuelta y lo deja con la palabra en la boca. Y lo haré, yo cambiare este lugar. Y no volverá a ser lo que ahora es. Nunca más.
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Gracias por darle una oportunidad a mi historia, se los agradezco muuucho❤️. Pónganle una estrellita si les gusto (y también si no, ¿por qué no? Jajaja) cuídense mucho:)
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Dos caras
Teen FictionYo solo quería salvar a una amiga, no, no una amiga, si no a mi mejor amiga, la única que ha estado conmigo en la buenas y en las malas, ¿como yo, iba a dejarla sola? Pero también ¿cómo iba a saber que me estaba metiendo en medio de una guerra? Toda...