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—me prendes demasiado mierda—jadeo en un intento pobre de callar los sonidos obscenos sobresalientes de aquella habitación, sería bastante humillante si alguien los escuchará aunque era prácticamente imposible, el pecoso se había encargado de antemano qué nadie estuviera por aquella zona, aún más la noche estaba a su favor, un punto al trabajo nocturno.
Midoriya deseaba marcar cada parte de su cuerpo, que las personas vieran que el mayor tenía a alguien que le complacía como nunca nadie podría hacerlo, el peliverde quería poder llenarlo tanto qué hasta el punto donde podría caber la posibilidad de tener algún crío–un tanto imposible por sus mismas jerarquías–una dura embestida fue el detonante de su orgasmo espontáneo, el cuerpo del (c/c) temblaba y se aferraba al cuerpo del alfa quién continuaba con sus movimientos continuos tocando su punto dulce.
—pa-paremos un momento—gimió siendo ignorado por Izuku de cierta manera pues continuaba dándole coml cajón que no cerraba haciéndolo maldecir el nombre del menor una y mil veces aunque bueno, tampoco podía quejarse.
La sensación de satisfacción que le daba era curioso, se sentía tocar el cielo con la palma de su mano pero a la vez como si su cuerpo estuviera ardiendo entre el calor del infierno, se volvería loco si no le daba aunque sea un pequeño descanso.
De un momento a otro el pecoso se sentó sobre la silla detrás de ambos dejando el cuerpo de _______ sobre el suyo.
—n-no me movere, quiero un de-descanso—jadeó recargando su cabeza en el hombro del contrario quien simplemente se aferró a su cuerpo tomandolo de la cintura, tal vez si se estaba excediendo un poco pero es que vaya mierda se sentía malditamente genial.
—entonces, te ayudo pequeño.
—p-pequeño la tiene-..—su boca se formó en una perfecta "o" al momento que comenzó a hacerlo moverse contra el cuerpo del pecoso debajo, ni si quiera podía bajar su mirada llena de excitación por sobre la vista de Deku quien parecía no querer sino deborarle directamente con la mirada.
Sus paredes internas se comprimieron gracias al resiente orgasmo que le había dado el más alto, cada movimiento era tan fuerte y firme con aquella forma tan brusca que le hacía sentir el escalofríos bajando desde la parte de su nuca hasta su espalda baja causando pequeños pero electrizante cosquilleo sobre su miembro advirtiendo de un posible tercer orgasmo; las nalgas de ______ rebotaban por cada estocada y su cuerpo se hechaba hacia arriba y abajo siendo incapaz de soportar todo el placer que le propinaba el pecoso con cada ágil movimiento que con destreza le propinaba.
Sin siquiera avisarlo para alguno de los dos terminaron por tener un orgasmo doble donde el menor terminó dentro del mayor de los hermanos Bakugo y este mismo terminó sobre su abdomen, con ello ________ terminó por caer rendido sobre el hombro de Midoriya quien solo lo abrazó contra su cuerpo.
El nuevo problema ahora era, ¿cómo limpiaría el desastre que habían ocacionado por su calentón?
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