» Capítulo 4: 테디 베어

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4. Presta atención a las provocaciones amigables. 

Si una persona te provoca de forma divertida y amigable, podría indicar su interés, sobre todo si es joven. Una vez que compruebes que no se comporta así con todos/as, será una señal de que le atraes y que está tratando de atraparte valiéndose del humor para cubrir sus verdaderas intenciones. 

Por supuesto, si dice algo desagradable o desafortunado, no creas que deberás pasarlo por alto, más bien, demuéstrale que te ofende. Es mejor que sepa de antemano que no tolerarás payasadas.

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— ¿Ninguna piensa mover el culo hoy?

Minju fue la primera interesada en romper el silencio de la sala, y sólo Hyewon parecía haberla escuchado. Mientras le pegaba una mordida a su jokbal, se encogió de hombros, mirándome, esperando que respondiese por ella pero yo no sabía qué decir.

Mi mente estaba por otro lugar, preguntándose estupideces.

¿Era legal que las nueve estuviésemos en el mismo cuarto? Desde que habíamos llegado, acordamos pedir tres cuartos con tres camas para que ninguna quedase sola, pero de todas formas, por las noches nos escabullíamos siempre para comer, y por la mañana hacíamos lo mismo.

Quizás había olvidado mencionarlo, pero no me había tocado dormir en el mismo lugar con Hyewon, menos en la misma cama. A pesar de haber mencionado la cama matrimonial en broma, la realidad era que sí existía una; la última reservación disponible venía con ella, y Yuri con Yena decidieron utilizarla.

— Creo que me gustaría comprar algunos recuerdos... Quiero peluches, ¿ustedes no? —Hablé luego de unos instantes, y Yuri saltó, emocionada, dándome la razón.

— Estoy de acuerdo con Eunbi. Todos estos días le he estado pidiendo a Chaewon que me lleve a comer sus fantásticos dulces y no hace nada, ¡han sido semanas eternas!

Reí ligeramente. ¿Era la única que lo encontraba algo dramático? Habíamos llegado hace tan sólo cuatro días, pero ella lo había pintado como si hubiesen pasado meses.

— ¿Dulces? —Hyewon finalmente había soltado su comida para meterse en la conversación. —¿Qué dulces? —Preguntó, mirando algo sobre la mesa.

En ese momento me di cuenta que sólo había hablado porque no le quedaba más comida. No tardó en sacar un trozo de pizza, untándolo en salsa.

Kakigōri~ —Dijo Chaewon, cerrando los ojos y lamiéndose los labios con deleite. Podía notar que se le hacía agua a la boca, ¿tan delicioso era?

— Oh, menos mal aún tengo espacio para el postre porque deben probarlo sí o sí. —Aportó la única que era un pozo sin fondo.— No gastaremos mucho, terminaremos de comer y vamos a comprar en una heladería

— ¿Y podemos comprar mis peluches?—Pregunté, haciendo un aegyo. Hyewon fue la única que no hizo sonidos tiernos hacia mí, y me hizo sentir confusa. Siempre era la primera en abrazarme o besarme cuando intentaba ese tipo de cosas, pero esta vez no.

Su nueva actitud no estaba en mi cabeza como una falsa impresión. La sentí distante desde que despertó y no me quedaba de otra que pensar en que sencillamente había dormido mal. Me miró fugazmente, asintiendo y casi sonriendo.

— Claro que sí, Eunbi-ah. —Se limitó a responder, terminando de comer.

Siendo ella la última que faltaba para que saliésemos, me dispuse a arreglar un poco mi maquillaje y a ayudar a Chaewon cuando me llamó por un problema de su ropa.

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