Prólogo

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Suiko en realidad no era alguien afortunada, con una salud débil y una madre con muchos enemigos, su vida se vio amenazada a muy temprana edad.

Sin embargo, ella era alguien inteligente, siempre tranquila parecía ser inofensiva. Suiko utilizó una máscara para sobrevivir en ese Palacio lleno de víboras. 

Pero cuando se quiso dar cuenta, su madre había muerto a tan sólo 5 días para su cumpleaños número 4. Ella sabía que eso no había sido una coincidencia, todo esto lo había planeado la Consorte Yi y aunque Suiko se mantuvo firme y apática a la situación, no estaba segura de seguir sobreviviendo.

Empero, el emperador que nunca había interferido, lo hizo dos días después de la muerte de su madre. No estaba verdaderamente agradecida a decir verdad.

Por supuesto, la vida no es eterna y 2 años después el emperador acompañó a su madre. Su hermano mayor el príncipe heredero, fue coronado e inmediatamente contactó a los parientes lejanos de su madre. Incluso si no le caía bien Suiko, él admiraba a su padre y si esa niña era alguien importante para él, entonces la protegería y la única manera de hacerlo, era sacándola de ahí.

El conde Judith, alguien perteneciente al Imperio Obeliano respondió al llamado del nuevo emperador de Kioto.

Podría decir que esto lo hizo de buena fe, pero sería mentira. El emperador tuvo que pagar una clase de botín para que él la aceptará. 

Al final, Suiko pasó al cuidado del conde e inclusive si él solía descuidarla, hubo una de sus hijas que quedó prendada por la linda niña de cabello café y ojos azul claro.

Esa hija, fue Penélope. Ella la cuido con esmero, la vistió con las mejores ropas y le presentó a los mejores profesores y médicos para que tratarán de su salud cuando solía enfermarse.

Penélope mantuvo una imagen muy diferente de Suiko. Para ella, aquella niña era pura e inocente y mientras pensaba en ello, llegó a la conclusión que nadie era digno de manchar su pureza.

No cualquier hombre podía casarse con Suiko.

Tras esos pensamientos, Penélope tomó una decisión decidida a compartir a su “hombre” y le dijo a Suiko una frase que ella jamás olvidaría:

“Serás más que una princesa, serás una reina”.

Y ahora, mientras recordaba, Suiko estaba frente a un gran espejo. Mientras se miraba fijamente y una sonrisa orgullosa surgía de sus labios.

───Lo siento querida hermana, pero ser reina no es suficiente para mi, pronto seré coronada como la emperatriz de Obelia y me sentare dignamente en el lugar que tu nunca pudiste tener─── Formuló lentamente y continuo ───No una princesa, ni reina. Si no más bien, una emperatriz. Ese es el lugar que yo me merezco.

Riendo con picardía, Suiko siguió mirándose en el espejo. Ahí había una mujer vestida con un kimono uchikake de rojo, con bordados plateados y dorados, además de extravagantes joyas de oro.

 Ya no había una niña de aspecto débil.

Ya no.













31/03/2022

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31/03/2022

      미인   ▪ Princesa encantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora