El almacén de siluetas

2

"Pensar lo que soy para no serlo podría estar bien"

-Hola- volvió a decir- soy Sal, Sal Fisher, y supongo que seré tu nuevo vecino, a no ser que no vivas aquí y seas de las personas que cargan la mudanza- dijo con una pequeña risa.

-Pff- cerré mis ojos y luego voltee a mi derecha para reír un poco, después lo miré -Noo, yo si viviré aquí, mucho gusto Sal Fisher, soy  "̲_̲_̲_̲_̲_̲"̲   Brown

Sal: Bueno "̲_̲_̲_̲_̲_̲"̲  si necesitas ayuda con algo me avisas, con gusto te ayudaré

-Bueno, muchas gracias Sal Fisher- dije girando hacia donde estaba la puerta del elevador y presionando el botón que indicaba que bajaría.

Sal: Si quieres puedes decirme Sal- volteó a verme, o eso parecía- o puedes llamarme como quieras- luego giró hacia el elevador que había llegado y se metió.

-Está bien, Sal- hice énfasis en su nombre, para que supiera que me agradaba, y luego me puse a su lado.

No sabía como sacar un tema de conversación, así que el trayecto hacia el piso de la entrada fue aburrido y totalmente incómodo. 

Se abrió la puerta, y vi a Michael o más bien cajas flotantes, pues su cara no veía.

-Bien, nos vemos Sal- me despedí de él mientras salía, fue un milagro que no me tropezara, hubiera sido muy humillante.

Sal: Nos vemos  "̲_̲_̲_̲_̲_̲"̲  si deseas, y cuando estés libre puedes venir con nosotros, necesitarás una tarjeta, así que puedes tocar la puerta de mi apartamento, para que puedas conocer a los demás- dijo mientras movía su mano y las puertas se cerraban.

Me paré sobre las puntas de mis pies para tratar de alcanzar la caja de hasta arriba que traía Michael, y así se le veía la cara, después recapacité y presioné el botón para subir, mi padre nos alcanzó en la puerta del elevador y le ayudó a Michael con dos cajas, se abrió la puerta y subimos, para luego entrar en el apartamento.

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Después de estar una media hora pensando en que comeríamos pedimos hamburguesas, porque nunca terminaríamos de pensar. y después de otra media hora llegaron y nos tuvimos que sentar en el suelo porque la mudanza llegaría mañana.

Padre: Así que, que opinan de estas hamburguesas, ¿les gustaron?- dijo mientras nos volteaba a ver y le daba bocados a su hamburguesa.

Michael: Creo que están pasables-suspiraba mientras tomaba un refresco que él había comprado.

-Creo que saben a mierda- dije mientras me limpiaba las manos con una servilleta.

Padre: Sabes que no puedes decir eso, al menos no de la comida- me volteaba a ver mientras le daba otra mordida a su hamburguesa- tal vez no esté buena, pero al menos es comida.

-Eso sí no lo niego- decía mientras me servía algo de refresco.

Padre: Bueno, dejando de lado que las hamburguesas no están buenas, ¿conocieron a alguien?

Michael: Yo no, solo quería sacar las cajas y seguir escuchando música, pero parece que  "̲_̲_̲_̲_̲_̲"̲  si, tal vez su nueva novia- me volteaba a ver mientras se reía, pero después se le subió la saliva y no paraba de toser.

-NO ES MI NOVIA- le grité mientras le golpeaba en la espalda- es nuestro vecino, o vecina, ¿vecine? no le pregunté, pero su nombre es Sal Fisher, y vive en el 402.

Padre: Bueno, al menos conociste a alguien- mientras decía esto fulminaba con la mirada a Michael- Si ya terminaron sería mejor recoger para acomodar rápido lo que traigan mañana.

Los dos asentimos, y tras tirar lo que estorbaba, cada quien fue al cuarto que nuestro padre había escogido, que afortunadamente era el mismo donde habíamos dejado nuestras cajas, yo dormiría sola y mi hermano y mi padre compartirían cuarto.

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Ya era de mañana, las 7 de la mañana, y tampoco deseaba moverme, pero la mudanza llegaría en una hora, así que debía cambiarme y terminar de limpiar el pequeño desorden que teníamos.

Puse música y todos empezamos a limpiar, aunque era poco, debíamos quitar un poco de polvo, y sin darnos cuenta la hora ya se había pasado, pues ya habían llegado los de la mudanza.

Mantuvimos la puerta abierta y empezamos a subir y bajar muebles, nosotros traíamos puesta una pequeña faja que mi padre nos había comprado a Michael y a mí, para que no nos lastimáramos en el proceso. Tras 2 horas de subir pocos muebles que al final si eran bastantes les pagamos y tuvimos que desempacar lo esencial. Mi padre y yo colocábamos los muebles mientras mi hermano los limpiaba con trapos secos y húmedos. Acomodamos las bases y pusimos los colchones, la computadora, el estante, la tele, el sillón, para resumirlo, todo menos la ropa limpia.

Ya habíamos acabado, eran las 3 y media, y en un par de horas veríamos que comer, pues todavía no teníamos la despensa y pensábamos ir al día siguiente a comprarla. Los cartones que habían sobrado de sacar las cosas los pusimos en la entrada del departamento, así que para que no siguieran  estorbando decidí tirarlos, al ser varios y que me llegaran a la nariz me daban comezón en esta, piqué el botón del elevador para bajar y luego me metí, tras llegar al primer piso y salir vi a Sal, quien agarró la mitad de los cartones y me ayudó a tirarlos.

-Gracias por ayudarme- dije mientras me sacudía las manos.

Sal: No hay problema, si no es mucho, y ya terminaron, ¿te gustaría venir al piso de abajo? Así sirve de que te presento a mi amigo y bro Larry- dijo mientras apuntaba con sus dedos hacia abajo.

-Claro, no creo que haya problema, a parte ya terminamos y estamos descansando- 

Sal: Entonces sígueme.

Volvimos al elevador e introdujo una tarjeta, mientras esto ocurría pensé que era un buen momento para preguntar por ambos.

-Así que... Larry es tu ¿"bro"?- cuando mencioné lo último hice el movimiento con mi cabeza.

Sal: ¡Claro! Yo soy su hermano y él es el mío.

Con esto confirmaba que era un chico, y no una chica, más bien, que ambos eran chicos, y mientras analizaba todo esto en mi mente habíamos llegado al piso, así que solo salimos y lo seguí. Abrió una puerta, y pude ver a un chico de cabello largo color marrón, vestido de una camiseta de color rojo despintado, ¿o era marrón? No lo sé, tenía un pantalón azul entre fuerte y oscuro y tenis negros, de su cara resaltaba su peculiar nariz puntiaguda, y él estaba sentado en un puf con sus manos en la parte de atrás de su cabeza.

Larry: Hey Sal... oh, ¿hola?- dijo mientras hacía una mueca rara y yo entraba a la habitación.

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Oh dios, no me gustó mucho como he escrito este capítulo, voy a tener que ver el juego otra vez, porque siempre se me olvidan las cosas. Me he estado basando en la wiki y en lo poco que recuerdo.

Algunos de estos personajes y lugares no son de mi autoría, y le pertenecen a 𝕾𝖙𝖊𝖛𝖊 𝕲𝖆𝖇𝖗𝖞 𝖆.𝖐.𝖆. 𝕻𝖔𝖗𝖙𝖆𝖇𝖑𝖊 𝕸𝖔𝖔𝖘𝖊

(っ◔◡◔)っ ♥ si notan algún error favor de decírmelo ♥