LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]

Capítulo 17 - Lagunas

Con un terrible dolor de cabeza y con la espalda cansada, desperté incómoda ¿en dónde estaba yo tirada?
En el sofá, claramente. Pero en la posición más incómoda en la que podía estar dentro de mis propias capacidades. Me costó abrir los ojos, siquiera moverme era molesto, pero incluso cuando quería seguir durmiendo había algo que me incomodaba en la espalda ¿qué tanto había ocurrido?
Batallando contra mi estado post embriaguez y la pesadez de la somnolencia me levanté con cuidado, soltando quejidos por la molestia de mi cabeza. Intentando acostumbrarme a la luz, veía el escenario; el desastroso escenario que era mi sala.

Todo estaba fuera de sitio: la televisión estaba encendida, frituras tiradas, vasos volteados, alguna que otra mancha de salsa por ahí pero nada grave, zapatos, la sudadera de Pico...

Y ahí fue cuando mi preocupación empezó a surgir ¿dónde demonios estaba Pico?

-¿Pico?... ¡Pico!

Me puse a llamarlo alzando la voz, pero nadie respondía ¿se había ido? No creo que se hubiese ido sin su sudadera. Además ¿cómo se pudo haber ido sin llevarse mis llaves. Mis llaves... Ahí estaban, en el mismo lugar en donde las había dejado. Pensé en qué tal vez se durmió en alguna de las habitaciones pero, cuando fui a revisar, sí, había un desastre en la mía específicamente pero no había ningún pelirrojo ¿que había ocurrido en este sitio?

Intentaba pensar, ignorar el dolor de cabeza y poder seguir sin estrés para no empeorar mi estado.

Llamarlo, debía llamarlo.

Busqué por todas partes mi móvil, mi bolso, las habitaciones, cocina, y sin rastro alguno de aquel móvil. Toda esa búsqueda exhaustiva para pronto darme cuenta de que aquello que me torturó en mi descanso, aquello que me apuñalaba mi espalda en mi sueño, era la esquina de este; lo estaba aplastando mientras dormía. Maldito dolor no solo de cabeza el que me había provocado. Lo saqué de entre los cojines del asiento, por suerte no le había pasado nada. Buscando su contacto, marqué su número. Podía escuchar su teléfono, estaba en esta sala pero no podía verlo en ninguna parte. Decidí guiarme por el sonido, aquel tono de llamada caótico que provocaba aún más molestia a mi cabeza; estaba tirado en el suelo, bajo un sillón oculto entre nuestros zapatos. Y aunque esto no me ayude a encontrar a Pico, si me daba más curiosidad de qué había ocurrido. Y específicamente algo me había llamado la atención en el momento en el que minimicé la aplicación de teléfono en el móvil; la cámara y la galería en segundo plano, en ese orden.

No soy tonta, y además de eso recuerdos a mi mente venían; pocos, y muy mezclados, pero venían. Había grabado cosas la noche anterior, y me dispuse a ver los vídeos. Algunos eran cortos, otros largos, pero en todos estábamos hechos un desastre. Él tenía su sonrisa de siempre, pero con el cabello totalmente desordenado, y yo ni qué decir, mi apariencia era un caos y creía recordar que era por su culpa.

Había algo que notaba en aquellos vídeos, aparte de que Pico apenas podía hablar de forma coherente (aunque yo tampoco podía decir mucho), y era el como me trataba. Cada vez notaba más ¿confianza? Cariño. Realmente parecía que la pasábamos bien. Pasé un vídeo, éramos nosotros contra el sofá, él ya estaba bastante ebrio, colocaba su brazo al rededor de mi hombro mientras se burlaba de mí y yo como venganza le revolvía el cabello. Él hacía lo mismo. En el segundo, estaba tirado en el suelo y yo grabándolo desde arriba.

"¿Qué tienes, bonito?" Le había preguntado, a lo que él respondió con voz de pasado de copas "Bonitas tus-...", y se interrumpió para pronunciar "espera, no. Perdón."

Una risa rara, mas no incómoda, no pudo evitar salir de mi boca, para luego reproducir un vídeo más nuevo, tal vez el sexto: la cámara estaba al revés, resulta que él me estaba cargando llevándome en su hombro, o algo así, solo podía escuchar mis quejidos de "bájame", y cuando lo hizo y la cámara enfocó a él... La escena.