Voy camino a una depresión, todo se ha tornado gris.
Sonó la puerta de mi habitación, supuse que era la hora de desayunar.
Tenía manchurrones en la cara, pero me era indiferente.-¿Puedo pasar...?
La voz ronca de Eros invadía el silencio de la sala.
-Sí, pasa.
Me miró a los ojos, me agarró el cuello y me besó. No me lo esperaba. Me alejé de sus labios, los nervios se apoderaron de mí nuevamente, y sin darme cuenta insconcientemente le pegué una bofetada. Después me di cuenta.
-Tú eres gilipollas (le dije)
Se quedó en silencio, su mirada escondía más dolor del que pensaba.
-Viviré en la cárcel contigo.
-Pero vamos a ver, niñato, ¿qué te piensas que soy, tu esposa?
-No, pero me gustas.
Su mirada conectó con la mía, esto me saturaba. Empecé a llorar, él me envolvió con sus brazos, y empezó a besar mi frente, dejaba un rastro cálido cada vez que lo hacía.
-Voy a abortar.
Él aún no sabía nada. Supuse que la madre prefirió no comentárselo.
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Cómo Enamorar A Un Psicópata En 3 Pasos
ChickLit¿Realmente nos queremos, o solo te quiero por como me follas? Después de tantos caprichos no sé lo que quiero. Nos descubrieron en el peor momento, sigo pensando que no fue buena opción ser tu sumisa. Una historia llena de dramas, infidelidades y u...