Capítulo 10

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Mi antigua maestra de Literatura vino a pedirme explicaciones, y me dijo que tenía que tener el consentimiento de Eros para abortar.

Debía casarme con él cuando cumpliera los 18, que era lo socialmente aceptado, me amenazaban de muerte si no lo cumplía.

Me advirtió de que no le comentará nada de mis ideas de abortar.

Esto me parece absurdo.

No sé cómo pude darle la confianza a Eros para hacerlo sin condón ni nada.
Me dijo que él controlaba y se corría fuera.
Si su madre supiera lo que pasa por la cabeza de su hijo me entendería.

Yo creo que quedé embarazada la penúltima vez que follamos.

Él vino a visitarme a mi antiguo módulo de arte, y entre besos y caricias acabamos en el baño. Me acuerdo de como me dejó la cadera después de empotrarme contra la pared.
Yo me agarraba al lavabo, y veía cómo me la metía por el espejo que teníamos enfrente. Me hacía una coleta, me agarraba del pelo y no me dejaba ni respirar.

O tal vez fue cuando ató mis manos con unas esposas a la cama y pasó ese hielo por mi piel, para después metérmelo dentro mientras lamía mi clítoris, cuando me gemía al oído y me preguntaba a quien le pertenecía.

Nos echaron de allí, pero valió la pena la verdad, quiero repetirlo.

Cómo Enamorar A Un Psicópata En 3 PasosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora