Cap.3 ¿Quién eres?

1.7K 179 34
                                    

- ¡Tu trabajo como mi secretario es quedarte en tu puesto de trabajo hasta que yo te lo ordene! - Gritó el rubio.

- Si señor. -

- ¡Te estuve llamando y nunca contestaste! - Bakugo azotó la mesa de una palmada, realmente estaba furioso, realmente necesitó de la ayuda de su secretario en la reunión. 

- Fue mi error señor, aun no he sincronizado mi número con la línea de la empresa.-

- Que no vuelva a ocurrir si no quieres ser despedido.- Esa era una amenaza que no solía usar pero el omega era un caso especial.

- Entendido señor Bakugo, no volverá a suceder- Hizo una reverencia que Katsuki ignoró completamente.

Izuku salió de la oficina de su jefe con el rostro totalmente desencajado, se pudo aguantar delante de Bakugo pero una vez afuera sus feromonas empezaros a agriarse, quería llorar pero se aguantó un poco mas al ver que los siguientes dos regañados serían los alfas con los que estaba conversando en la cafetería.

A duras penas esbozó una sonrisa e hizo otra reverencia. Kirishima y Sero activaron su sentido protector al ver al omega tan triste, en parte era su culpa por distraerlo con su tonta conversación, quisieron abrazar al omega y darle ánimos pero su explosivo jefe los esperaba para darles el regaño de su vida.

- Les dije que no se metieran en esto.- Dice con tono severo mientras abría la ventana de su oficina.

- Solo te queríamos ayudar Bakugo.- Se excusa Kirishima con la cabeza gacha en una clara posición de respeto hacia el alfa líder.

- Al menos ya confirmamos que esta marcado, ¿ahora qué piensas hacer Bakugo? - Sero estaba mas relajado, en realidad había hecho un descubrimiento importante y así le ahorró el tiempo a Bakugo de hacer alguna tontería.

El rubio soltó un gruñido de clara molestia ante la pregunta, a lo que Sero inclinó su cabeza para mostrarle su cuello a Bakugo en clara posición de sumisión. A veces su jefe actuaba por instinto y ellos tenían que recurrir a comportamientos rudimentarios para calmarlo.

- No tengo por qué decirles.- Regresó a sentarse en su escritorio.

- No seas tan duro con él, parece ser una buena persona.- Agregó Sero.

- Si Bakugo, no es muy varonil de tu parte tratar mal a un omega. ¿Qué pasaría si se lo cuenta a su alfa? -  Kirishima tenía un punto pero estresaba mas a Bakugo en pensar en esa posibilidad.

Lo último que quería el rubio era ver al alfa de su destinado por los pasillos de su empresa yendo a reclamarle a él algo que tenga que ver con Izuku.

- Solo quiero que se vaya de aquí.- Al fin decidió sincerarse.

- ¿Qué?- Dijeron sus amigos al unísono.

- No lo voy a despedir, pero lo voy a cargar de trabajo hasta que él quiera renunciar.-

- Pero...- A Kirishima no le parecía nada ético lo que estaba haciendo su amigo.

- No estoy pidiendo opiniones Kirishima, ahora regresen a sus trabajos si no quieren ser despedidos.-

El pelirrojo quiso objetar la decisión pero Sero lo detuvo en su intento, necesitaban darle espacio a su amigo, tal vez mas tarde reflexionaría sobre su decisión. 

Después de todo, con un omega marcado, ya no había nada que se pudiera hacer, su vida ya estaba compartida con alguien mas, Izuku ya amaba a alguien mas.

Una vez solo en su oficina, Bakugo se sobaba la cabeza muy estresado, la reunión había sido un éxito gracias a Mina que supo controlar la situación y él necesitaba hacer una reunión con todos los ejecutivos para discutir los nuevos proyectos de la empresa. Muy a parte de eso tenía que controlar sus ganas de entablar una amistad con su secretario, su alfa interno le exigía empezar a cortejarlo, no quería entender la situación en la que se encontraban, para Bakugo, ya todo estaba perdido.

DÉJAME AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora