Princess

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Bien dicen que la criatura más preciosa se encontraba entre el bosque siendo cuidada por las tres hadas y sus únicos amigos los animales del bosque, quien tenía la voz más preciosa y una apariencia tan dulce, tierna e inocente.

O al menos eso se escuchaba decir sobre la princesa Minjeong, quien se crió con tres hadas en su palacio que estaba cerca del bosque encantado, las cosas que se oían decir de ella pasaban de boca en boca, volviendose tan popular y quien despertó curiosidad en varios príncipes, entre ellos el príncipe Soobin, sobre quien se decía la princesa estaba muy interesada en el.

¿Era ella acaso la que estaba por entrar al corazón del príncipe más encantador? Esa era una pregunta que todos se hacían. Si bien el príncipe nunca antes mostró un interés amoroso hacia alguien más (sólo hacía Huening, pero nadie ni el mismo príncipe lo sabía).

La princesa y el príncipe antes habían tenido algunas miraditas en las que se veía como es que descaradamente el príncipe le llegaba a guiñar el ojo, cosa que hacía reír a la princesa. No había sido como en los cuentos de hadas, donde el príncipe salvaba a la princesa y mágicamente se enamoraban a primera vista, okey si ocurrió un romance primera vista entre los dos y a través de eso se habían estado mandando cartas los últimos meses conociéndose un poco.

Quedaron en que bailarian los dos juntos en el baile de la luna azul, baile en que dos almas enamoradas se prometen amor eterno, así tal cual sucedió con el rey Nabil y la reina Jasmine, pero como siempre la gente diciendo que los habían obligado a bailar juntos cuando eso sucedió de imprevisto realmente pero eso ya es otra historia que nadie recuerda.

Los reyes Choi estaban totalmente de acuerdo con la relación que habían entre su hijo y la princesa del reino Minjeong; aunque ellos no habían formalizado nada, hasta el baile de la luna azul, donde los dos se prometerian amor eterno.

Pero Choi no estaba muy seguro, había algo que lo detenía.

Ahora mismo se encontraba redactando una carta para la bella princesa, su princesa.

— Agrégale que el vestido rosa que llevaba puesto ese día se le veía hermoso, oh! Y su corona de margaritas le habían un bonito juego ¿Parece que estoy admirando más su vestimenta? —

— Un poco majestad —

– Entonces ponle que se me veía hermosa, que la hacía ver muy bella — finalizó — Ahora solo hay que mandarsela con los mensajeros y — fue interrumpido por el sonido de la puerta siendo abierta.

Ahí entrando el mensajero real con unas tarjetas que seguro anunciaba la llegada de alguien inesperado al palacio.

— Príncipe Soobin, han llegado los Kim, con ellos la princesa Minjeong —

Soobin sonrió en grande al serle mencionado la bella princesa, quería verla, eso es un hecho.

— Iré en seguida, puedes guardar la carta, no será necesaria — dijo el príncipe antes de salir de la biblioteca.

Salió con una hermosa sonrisa en su rostro, una sonrisa que podría dedicarle a cualquiera, saludo a los sirvientes a los cuales pasaba y fue al gran salón, donde sabía que estarían sus padres platicando con los reyes.

— Soobin sonríe cada que hablan de ti, ¿Acaso te interesaría ser reina de este reino? — dijo la reina, madre de Soobin como una indirecta hacia la princesa.

El pelinegro rodó los ojos al notar las intenciones de su madre, así que decidió intervenir.

— Muy buenas tardes — dio una reverencia en cuanto estuvo cerca de la familia — Rey Ji Chul, reina Yujin, príncipe Beomgyu — dirigió su mirada hacia la princesa — princesa Minjeong — inclino su cabeza y beso la mano de la chica.

The Evil Prince  - SookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora