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Un corcel blanco cabalgaba en el frío y congelado bosque, el bello príncipe había estado dando un paseo mañanero, yendo sin rumbo alguno y sin ganas de nada, simplemente su memoria podía reproducir una y otra vez la imagen de aquel apuesto príncipe del cual estaba enamorado, tan sólo quería olvidarlo para ejecutar su plan finalmente.

Sin embargo al lugar que llegó no ayudó de mucho, aquel viejo bosque y aquel lugar secreto, un lugar que sólo compartirían ellos dos, el único lugar donde podían estar juntos, lugar donde su amor dio un inicio y un final.

— ¿Recuerdas este lugar? — preguntó el príncipe a su caballo — Lo sé, aquí siguió mi desgracia —

El joven bajó de su caballo, admirando el lugar, seguía igual a como estaba aquella noche, totalmente solo y sin ruido, un lugar totalmente lindo y solitario, lugar que ya no quería volver a recordar.

Un paraje secreto, seguía igual de hermoso como en aquellos tiempos que el era tan feliz, añoraba tanto aquellos años, años en los que sin importantar nada, no estaba solo.

No quería recordar aquellos días en los que fue tan feliz y luego tan miserable, los días en los que tuvo a su familia tan unida y luego ya no tenía nada, ni a su padre, ni a su madre, aquellos días en los que soñaba con la promesa del príncipe Choi a él, donde ambos se juntaban y formaban un nuevo imperio, algo imposible, algo con lo que el estaba luchando, algo que quedó totalmente congelado junto al jardín secreto.

Todo bajo hielo.

Pero sus recuerdos pararon cuando escucho el sonido de un corcel cerca, no era el suyo por supuesto, así que se escondío detrás de aquel árbol, árbol que tenía las iniciales "H. K & C. S".

— Wow, yo solo quería buscar pistas pero este mapa me trajo aquí — se escucho a una grave voz hablar, era él, aquel príncipe — No se a donde me lleve todo esto, estoy tan confundido — el príncipe suspiro frustrado.

Kai observaba con tanta atención los gestos del joven príncipe, a pesar de los años el seguía siendo tan apuesto, su voz había madurado y había crecido tan alto, casi se llevaban 20 cm de altura, Kai podría jurar que su cabeza se vería tan bien en el hombro de Soobin; aquel pensamiento lo esfumó de su mente.

— Genial, llegué aquí solo para terminar en un tipo de jardín secreto, no tiene nada de especial, a excepción de ese caballo blanco — el príncipe reaccionó —ese caballo... ¿Dónde lo he visto antes? —

Soobin se acercó al corcel que estaba frente a él, tan blanco y tan lindo, le parecía extraño que le reconociera, tantos años había pasado desde que ambos amigos se habían visto, Soobin no lo recordaba pero aquel blanco corcel a él si.

Quería acercarse más para acariciarlo pero entonces accidentalmente Kamal se resbaló con la nieve, el blanco corcel se asustó y eso alertó al joven tratatando de calmar al corcel, quien gustoso aceptó las caricias de Soobin, Kai tuvo que hacer el uso de su capa para cubrirse por completo y no ser describierto por Soobin, quien ya lo reconocería y no de la manera en la que le habría gustado.

— ¿Hay alguien ahí? — preguntó Soobin.

Kai salió detrás del árbol, mostrándose ante Soobin debajo de esa capa, sin mostrar su bello rostro y su blanquecino cabello que le delatarian.

— ¿Quién eres tú? — preguntó el príncipe.

— Soy solo una persona que paseaba por aquí a su corcel y bajo a descansar un rato, ¿que ya no se permite eso? — el joven se acercó al blanco corcel para darle algo de comida que tenía guardado.

— Bueno, eso depende de quien sea esta tierra — mencionó Soobin.

— Pertenecen al príncipe Kai —

The Evil Prince  - SookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora