W O R L D

Capitulo III: Well I'm Fine

Estaba acostada a mitad de una carretera. No había ningún letrero que indicará alguna dirección o el km en el que me encontraba. Simple y sencillamente estaba acostada con los brazos estirados. Mire hacía él cielo y no había ni una estrella, recordaba mi infancia pero no parecía estar confundida de estar allí.

Me senté y sentí un leve escalofrío. Después uno más marcado y no tardó para que los escalofríos llenarán todo mi cuerpo.

-Por favor déjelo!.- una voz conocida retumbo en mi cabeza.

¿Era real?

-Él no ha hecho nada! Todo es culpa mía.- La voz de mi mamá gritaba en algún lugar pero simplemente no podía distinguirla.

La luz de los faroles comenzaron a falsear, dejando la carretera cada vez más oscura y el último farol explotó.

-NO!!!!.- Dejando a su paso un grito desesperado.

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Desperté de golpe quedando sentada en la cama y sudando a todo lo que da. Mi respiración acelerada, escuche unos pasos muy marcados provenientes fuera de mi habitación. El cerrojo de la puerta estaba trabado por lo que la persona que estaba al otro lado trataba y no podría abrirla.

Del cajón saque el arma de respuesto que tengo y con sigilesa abri la puerta apuntando al frente.

-ESTAS BIEN?!.- Pregunto Matt preocupado.- PERO QUE RAYOS?!

-Disculpa no dormi bien.- lo deje pasar y me senté en la cama.

Matt se quedó parado mirando las cuatro paredes de mi habitación.

Como si nunca hubiera visto algo así. O bueno como si no hubiera entrado a una desde hacía ya mucho tiempo.

-Asi que duermes con una pistola bajo la amohada?.-Arqueo sus cejas en forma interrogativa.-Eso debería dejarme tranquilo?. - Matt sonrió sarcasticamente y se veía tan bien...

"Bien que te gusta",maldito subconsciente.

-Bajemos a cenar.-carraspee un momento.-Solo tomo una ducha y bajo en seguida.

-Si no te preocupes.- miro mis ojos, bajando lentamente la mirada hasta que se posaron en mis piernas descubiertas por el short.-Lo...lo siento..per-perdón.

Baje la cabeza y sonreí arrogantemente. La puerta se abrió y al instante se cerró. Y así me fui a la ducha con una sonrisa en el rostro.

Tomé solo un poco de shampoo y talle mi cuerpo con el.

Al terminar deje mi cabello suelto para que se secara. Mi cabello era pelirrojo y con unas ondas delgadas. Saque unas mallas negras y una holgada blusa. Me quería ver bien.

"sabes bien por quien"

Subconsciente. La verdad es que me olvide y baje pensando que la cena tendria que hacerla yo.

Baje las escaleras y unas risas provenían de la cocina. Me asome sigilosamente y debatía en entrar o no. Los mire. Reían y se tiraban un poco de comida, el rostro de la niña estaba ligeramente manchado de harina y sus ojos brillaban relucientes. Sonreí las cosas no deberían ser malas con este tipo de gente... Sin embargo lo son.

-Buenas noches. - Me dijo su hermana parando de tirarle comida.- Cualquier desorden que hagamos te prometo que lo arreglaremos.-comenzó a recoger las cosas.

-Hey para.- le dije.-No pasa nada lo recogeremos después de la cena.

Lleve unos platos a la mesa, notaba sus miradas postradas encima.

Los habia dejado anodados...no sabia realmente si eso estaba bien o completamente mal.
Regrese y me tope con su hermana pequeña antes de entrar a la cocina. Alce mi mano y ligeramente le toque un poco la cabeza. Me sonrio de una forma muy inolvidable. Me sentia tan bien.

-Sabia que tu no eras mala. Por mucho que lo intentes eres una gran chica.

-Eso no ... no ...yo estoy bien asi , gracias.- me senti un poco incomoda, al parecer Matt lo noto. Me sonroje, habia dado en el punto.

-Hermosa, te parece si llevas estos vasos a la cocina?

-Si! En un segundo vuelvo.- corrio fuera de la cocina entusiasmada.

-Perdón si mi hermana te incomodo. Suele ser un poco imprudente.- se acomodo ligeramente el cabello.

-No te preocupes, realmente me esta haciendo sentir bien estar con ustedes.- me encogi de hombros, yo no iba a mentir, me estaba empezando a gustar la idea.

Decidi que era tiempo de ir al comedor asi que carraspee me pare de puntitas y di la media vuelta para ir afuera.

-Siento lo mismo que mi hermana, no creo que seas tan mala como pareces. Eres una chica dura, lo se, pero no tanto como nos quieres hacer creer.

En su voz notaba cierta seguridad. Lo mire de reojo y camine decidida a hacerles cambiar de paracer... O al menos eso creía.
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La cena paso normal. Un poco mas incomoda por lo que paso anteriormente, sin embargo no deje que me importara tanto.

La que más hablo fue Bonnie. Digo era una niña y estar sin amigos y en esto mundo... no es nada apetecible. Terminando la cena lavamos todo y nos subimos a dormir. Cada uno en su habitación, como corresponde.

Yo mientras tanto, sin poder dormir, con una batalla interna y sentimientos encontrados.