𝙿𝚊𝚙𝚎𝚛 𝚑𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜 | 𝐑𝐞𝐧𝐡𝐲𝐮𝐜𝐤 |

OO ❥ 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟒

[dos dias despues]

¿No te parece adorable?


Observé el lugar que me señaló Jaemin haciendo un movimiento con su cabeza.

El se refería a Donghyuck.

Le dirigí una mirada displicente y encogi mis hombros haciéndole saber que me era totalmente indiferente.


Es muy caballeroso y amable - siguió alargandolo.


Tan solo está dos días en la escuela y ya se hizo amigo de media escuela. Donghyuck es demaciado social, no me gusta.

Me moví lejos de Na y caminé a mi asiento en el salón. Pensé que podría estar parada a su lado por un momento, me equivoqué, no dejaba de hablar de él.

Apoyé mi barbilla en mi mano y empecé a mirar al exterior de la escuela. Estos días, para mi suerte, el sol no se atrevió a aparecer por mucho tiempo, el suficiente para poder llegar tranquila a casa.

La maestra que se supone debía estar dándonos clases en este preciso instante había sufrido alguna clase de percanse por el cual no pudo llegar a clase, y, por esa razón, los alumnos tienen dos horas libres, y yo, yo solo tengo dos horas de dolor de cabeza.

Saqué algúna libreta de mi bolso, una donde pudiera garabatear. Busqué algunos lápices y colores, y empecé a dibujar, bueno, yo le decía dibujar, pero para cualquier otra persona normal, esto se veía peor que los dibujos de los niños de Kinder.


Está muy linda esa flor —se sentaba frente mío e intervenía siempre en clases, ¿cómo podría no identificar su voz?

De hecho es el sol —respondí seco y cortante.

No quería hablar con él, no era mi intención hacer amigos.



Oh —hizo aquel sonido con un cierto tono de incomodidad, de seguro se había dado cuenta que no quería hacer conversación.



De mi campo de vista desaparecieron sus manos, las cuales apoyó en mi escritorio para ver lo que hacía, pensé que se había ido.



Y, ¿porqué el sol es azul marino? —preguntó de nuevo luego de haberse sentado en su silla, girandola, para quedar frente mío.



Suspire totalmente impaciente. No le respondería.



¿Es ese tu color favorito? —insistió luego de no oír ninguna respuesta de mi parte.



No me gusta el color amarillo - respondí con tono de molestia, Donghyuck estaba acabando con la poca paciencia que tenia -.



Pero, se ve algo triste con ese color - habló -.



Esa es la intención, aparte, yo lo pinto como me venga en gana- mi tono cada vez se volvía más grosero -.



Espere a que dijera lo que los demás dicen cuando les hablo de esa forma: "Eres un amargado".



Me parece muy creativo de tu parte que no lo pintes como todos dicen que debes pintarlo - su tono de voz se oía tan amable que me hizo dudar, dudé de él -.

¿Cómo puede decirme eso si no lo he tratado bien? o ¿Es que no capta mi mal tono al responderle?

Está vez levanté mi vista para luego encontrarme con una sonrisa de su parte.

Volví a agachar mi cabeza y seguí con mi garabato.

Seguí sacando colores y hojas.



¿Quisieras darme alguna hoja? - preguntó -.



Yo solo quería que se callara. Saqué la hoja de mi carpeta y se la entregué. Oí una débil risa de su parte como respuesta. Se hizo un pequeño espacio en mi pupitre y empezó a usar este para hacer garabatos igual que yo.

Donghyuck ¿entiendes lo que es espacio personal? Aún no conoces mis límites.


Entonces te gusta mucho el color azul marino - eso sonó como si se hablara a él mismo, parecía como si acabara de sacar aquella conclusión sobre mí -.


Seguí fingiendo que lo ignoraba, pero en realidad, cada que podía, lo miraba de reojo.


Y tampoco te gusta el sol - seguía hablando de mí, pero no me hablaba a mí. Él se hablaba a si mismo como si estuviese tratando de no olvidar lo que recién descubrió sobre mí -.


No di ni una sola respuesta, pero, mientras más trataba de ignorarlo, más difícil se veía, para mí, deshacerme de Donghyuck.

Unos rayos de sol se filtraban por la gran ventana a mi costado, aquella luz se estrellaba en los castaños cabellos de Donghyuck haciendo que estos brillarán, su piel bronceada resplandecía de igual forma y su perfil se dibujaba sobre la hoja que tenía bajo mis manos por efecto de la sombra.

Donghyuck es brillante, no metafóricamente, su cara brilla de positivismo.

Tú no eres el único que saca conclusiones sobre el otro.



¿Por qué todos aquí hablan esas cosas sobre ti? - luego de un largo momento de silencio donde en mi mente solo existían las hojas, los colores y la sombra de RenJun, que empezaba a molestarme, sobre la hoja; su voz desvío totalmente mis desquiciados pensamientos -.



¿Acaso ya todos le han hablado tan mal de mí?



Supongo que lo dicen porque es verdad - mi voz se oyó algo tranquila. Ya me había acostumbrado a oír todas esas cosas de los demás -.

Tal vez no lo has pedido, pero en mi opinión, tú no eres como ellos dicen - moví mis ojos hasta poder mirarlo -.