22-Cercanía

13 4 1
                                    

Axel se encontraba recostado en su cama, abrazando a Samara quien aún seguía dormida. Con cuidado se levantó y se dirigió a la cocina para preparar la cena, quería que Samara despertara y no se preocupara por nada.

—Maldición Axel, estas cayendo de nuevo —susurró para sí mismo—, y no quieres salir está vez.

Comenzó a cocinar un filete de pescado, para recordar la primera vez que comieron juntos, algo que le parecía muy lindo.

—Muy cursi, ¿y si mejor la invito a algún lugar? —se dijo a sí mismo nuevamente— Muy flojo de tu parte Axel.

Reía irónico mientras preparaba la cena, ponía la mesa y acomodaba los platos. Ponía las copas y dejaba la luz tenue.

—Esto es ridículo —susurró molesto.

—¿Por qué ridículo? Es lindo —habló Samara entrando a la cocina.

Axel se sonrojó al ver a Samara, posó su mano tras su nuca y la frotó nervioso.

—Samara —habló entre dientes— ¿Desde cuándo estas ahí?

—Acabo de llegar, que bonito está —habló Samara— ¿Esperas a alguien?

—A ti —Sonrió Axel— ¿Cenamos?

—¿Solo nosotros? —preguntó asombrada, Axel asintió aun sonriendo tomando la silla de Samara.

—Anda, siéntate.

Ambos se sentaron a cenar, Samara al ver el platillo sonrió recordando aquel día, al igual que Axel. Sirvió un poco de vino en cada copa y posteriormente tapó la botella.

—Como el día en que nos conocimos —Sonrió Samara.

—¿Es molesto?, ¿cambio el platillo? —preguntó apresurado Axel.

—No, no… Es lindo, me agrada —habló Samara tomando un poco de vino—. Jamás lo había probado.

—¿Enserio? —La chica asintió levemente, lamiendo sus labios recordando el sabor de la bebida que acababa de probar —¿te gustó?

—Sabe rico.

—Te puedo llevar a un lugar donde hay más —Sonrió Axel.

—¿Dónde?

—¿Qué te parece si invitamos a Beck y a Lizeth, y nos distraemos un rato? —propuso Axel levantándose de la mesa.

—¿A ellos? Estas molesto con Lizeth y odias a Beck, ¿por qué?

—No se trata de mi Samara, se trata de que tú te distraigas —dijo Axel sonriendo.

—Gracias, pero estoy bien ahora, quiero dormir —Axel tomó la mano de Samara y los teletransportó fuera de un antro.

—¿Dónde estamos? —preguntó Samara.

El castaño tomó su teléfono y mandó la ubicación a Lizeth junto con un mensaje de que los esperarían a ella y a Beck en ese lugar.

—Venimos a distraernos —Tomó su mano y se dirigió a la entrada, dónde el portero los miró extrañados.

—Sus identificaciones —Axel sacó la suya, pero Samara se quedó quieta sonriendo apenada.

—Vámonos Axel —dijo entre dientes. El chico hizo caso omiso y sacó un par de billetes de 1000 dólares, extendiéndolos a la mano del portero.

—Es una amiga cercana, déjala pasar.

El portero abrió la puerta cediéndole la entrada a ambos, no sin antes tomar el dinero que Axel le había ofrecido.

—No me queda duda de que sobornas a la autoridad —Rió Samara mientras entraban.

𝘈𝘹𝘮𝘢𝘳𝘢. 𝘔𝘪 𝘔𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘊𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢 ⚠️2da publicaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora