VIII

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— Amo Ares, se encuentra bien? — Nisha estaba apunto de tocar el hombro de Ares, hasta que el se levantó bruscamente, miro fijamente al otro Omega que estaba sentado  al otro lado de la habitación sonrojado y alerta

— Pon esto en su té, mejorara con eso, iré a la cocina a revisar el horno

— Si, tenga cuidado — ella se apresuró a preparar la infusión para que la pudiera tomar el Omega, tenía un padre Omega y sabía lo mucho que esté sufría a causa de la perdida de su otro padre alfa

— Descuida esto es una infusión para el celo que usa mi amo, no te pasará nada puedes estar seguro — Nisha sostuvo la taza de té aún humeante al Omega que la miraba como un gato asustado — No es amargo pero puedo ponerle más azúcar si te gusta lo dulce

Después de un silencio largo el omega lo acepto lentamente, Nisha evito moverse por si este se asustaba y ya no lo aceptaba

— Está bien así... gracias — Harald miro a la chica que le sonreía evitando estar muy cerca de él, era bajita y tenía el pelo rizado oscuro, como pudo cargarlo y saltar tan alto?. El media 1,72 y pesaba 68 kilos no era nada liviano a comparación con otros Omegas — ¿cuánto mides?

— Eh?

— ¿Cuánto mides? ¿Haces algún entrenamiento especial?

— No, solo ayudo en la cocina y mido 1,55 

— No mientas, cómo pudiste saltar tan alto conmigo en brazos, no es normal — Harald empezó a sentir como la calor disminuía y ya no se sentía tan incómodo, su consiente volvió y su carácter salió

— Bueno, debes tener buen físico para trabajar en la casa Magno, aparte del entrenamiento físico de cada día, pero no es nada especial

— ¡¿Trabajas con la familia Magno?! — El siempre había oído hablar de las hazañas de la general más joven del imperio, Kassia Magno — Dime, ¿Conocés a la General Kassia? ¿Cómo es? ¿Es tan fuerte como dicen?

— Ah, Bueno yo... — Nisha se sintió abrumada, nunca había visto a un Omega tan alto, es cierto que ella lo cargo pero solo ahora cuando se paró a su lado se dió cuánta de la diferencia de tamaño que había entre los dos, parecía que era incluso un poco más alto que su ama Kassia

Harald noto que la chica parecía aturdida, se calmo un poco y se sintió un poco  avergonzado, había olvidado sus modales — Cof Me llamo Harald, disculpa mi actitud solo me exalte un poco, es la primera vez que veo a alguien de tu tamaño con tal fuerza...
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Ares estaba pensando en que hacer ahora que se había encontrado con Harald, todavía era joven y no se había convertido en alguien importante para el imperio, ni tenía la autoridad que tendría en el futuro, bueno tenía dos opciones: una, hacerse su amigo o dos: matarlo

— Es más fácil matarlo

— ¿A quien va ha matar el señor Magno? Espero que no a mí — Martin entro, sosteniendo una gran canasta que estaba llena de verduras que cosechó de su huerto

— Jaja, si mato al señor Martin, ¿quien me enseñará a hacer una comida tan deliciosa?

— Tiene razón, no le conviene desacerse de mí, créame que aún le sirvo, además piense en mi esposo y mi hijo, ¿Quien los va ha cuidar?  — Martin se tocó el pecho y fingió una mirada triste

— Bueno... Puedo encontrar una buena madre para ellos — Ares quiso seguir el juego, hasta que Martin lo golpeó con un ramo de perejil — Ay, solo bromeó

— Mi esposo tiene prohibido volver a casarse cuando muera, al menos hasta que nuestro hijo sea mayor, pobre de él si trae a otro Omega a mi casa hump — Martin coloco el perejil en la mesa y lo pico de forma fina y rápida, que Ares no pudo seguirle el paso

El Esposo De La General Donde viven las historias. Descúbrelo ahora