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En una mañana, en la entrada de una secundaria, dónde los pajaritos cantaban, y un viento agradable se manifestaba, estaban todos entrando a la entrada, entro ellos, Argentina, caminaba de una manera muy formal, con una mirada bastante fría, estaba pensando, muy concentrado, pero fue interrumpido al escuchar su nombre a lo lejos.

-¡Hola, Argentina! - Saludaba corriendo un chico tricolor, el cual usaba lentes, bastante bajo de estatura, castaño, y con ojos color miel.

Concentrado en querer saludar a su "Amigo", sin darse cuenta tropieza con una pequeña roca en el medio, la caída hubiera sido más grave si no hubiera puesto sus manos a tiempo en el piso, Argentina al ver esto, simplemente dió un suspiro y entro a la escuela, y no solo el juzgo, si no que escucho la risa de otros países a su alrededor, a lo que avergonzó un poco a este.

-Auch, eh. . .¡Adiós Argentina! - Se despidió adolorido Venezuela, mientras intentaba alcanzarlo a escondidas.

«¡𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦 𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘻!» | Argvene© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora