Betrayed || Draco Malfoy

~034~

Septiembre pasó volando en un abrir y cerrar de ojos. Creo que el hecho de que había empezado a centrarme mucho más en mi investigación y en mi familia hacía que el tiempo se me pasara mucho más rápido de lo que casualmente solía hacerlo.

Me dedicaba a mi estudio de lunes a viernes almenos seis horas diarias y los findes de semana los dedicaba completamente a Draco y Scorpius.

Habíamos regresado a mi mansión hace un par de semanas, justo cuando iniciaba mi hermano su segundo y último curso en la academia de aurores.

Según nos había explicado el primer dia que acudió a la academia, ahora solo visitaría la academia de lunes a jueves, puesto que al trabajar la parte practica durante todo este curso, no tenían la necesidad de acudir todos los dias, a menos que hubieras suspendido alguna materia del curso anterior, en ese caso estabas obligado a asistir los viernes para obtener clases de refuerzo antes de las recuperaciones de enero.

Mi investigación iba por el buen camino y estaba segura de que para antes de que entraramos en noviembre habría logrado terminar mi primera poción, y para antes de diciembre, habría logrado perfeccionarla.

Draco al igual que yo, se había centrado mucho más en sus negocios puesto que él también había decidido hacer un año sabático, pero ahora era el momento de conseguir nuestra propia fortuna. Somos personas ambiciosas, con nuestras herencias no nos basta.

Era por eso, que Draco más de una vez por semana debía visitar junto a su padre varios lugares, para atender reuniones y que él lograra aprender todo lo posible antes de que su padre le cediera las empresas una vez se casara.

Ginny había tenido que dejar temporalmente las arpias y no voy a negar que cuando fue a hablar con el equipo estaba asustada, puesto que ella pensaba que al equipo no le haría mucha gracia y terminarían por hecharla.

Pero no fue así. Nada más ella les explicó su situación, ellas se alegraron por ella y querían que fuera una niña para que en un futuro formara parte del equipo, como su madre.

Así que mientras yo estaba ocupada con mis pociones y Draco con sus reuniones, Ginny cuidaba de Scorpius.

Scorpius había vuelto a crecer, había cumplido hace a penas unos dias los ocho meses y ya se empezaba a notar. Para empezar, estaba a punto de pesar casi 9 quilos y ya había empezado a probar más comida solida como podía ser el pan.

A eso debíamos de añadir que este último mes había empezado a crecerle su primer diente y cada vez que reía se veía ese pequeño diente. Ya había aprendido a gatear perfectamente y faltaba muy poco para que dijera sus primeras palabras, lo cual era una batalla constante entre Harry, Draco, Ginny y yo para ver que era lo primero que decía.

Hoy era sábado, lo que simbolizaba que Draco y yo pasaríamos el día junto a Scorp, pero además hoy añadiríamos la presencia de nuestros amigos puesto que Lorenzo y Daphne ya sabían el genero del hijo al que esperaban, así que iban a celebrar esta tarde una fiesta para anunciar el genero del bebé.

Estabamos terminando de arreglarnos en aquel momento, mientras que Draco jugaba en la cama con Scorp, o almenos trataba de despertarlo de la siesta que había tomado de una hora larga, pero al igual que yo Scorpius no tenía buenos despertares de vez en cuando, digamos que necesitaba su tiempo.

-Scorpius eres igual que tu madre-rió Draco mientras trataba de despertarlo

-Por algo soy su madre-respondí mientras terminaba de arreglarme

-Tu no lo entiendes-rió él mientras seguía molestando a Scorp para que se despertara y él solo gruñía- cuando quieres eres eres como el mismo diablo