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Hacía una semana que habíamos llegado a Loen con Blaise y Pansy.

Había una temperatura similar a la de Munich, y se pasaba el día nublado. No llegaba a nevar, solo caía aguanieve.

Además ya habíamos podido ver auroras boreales.

A Scorpius le encantaban, cuando anochecía se la pasaba las horas mirando por la ventana hasta que le daba sueño.

Por las mañanas salíamos a pasear también. Abrigabamos a los niños, les poníamos sus chubasqueros y los sacabamos por la mañana a que saltaran por los charcos de agua que habían.

También jugaban en el parque que había en el jardín, claramente Scorpius se lo enseñó a Ruby y a ella le encantó.

Y yo había seguido comiendo cerezas desde que llegamos, las cerezas que vendían en Noruega estaban increiblemente buenas.

Realmente me gustaba venir a Noruega, además estabamos Draco y yo aprendiendo las bases del idioma y enseñandole a Scorpius las palabras básicas del idioma.

Los bebés cada día crecían más en mi interior, mi vientre cada día crecía un poco más.

Y también se movían bastante, lo hacían mucho más que Scorpius.

Además estaba empezando a diferenciar cuando la niña daba las patadas y cuando las daba el niño.

Todavía no teníamos un nombre exactamente. Solo sabíamos el segundo nombre de la niña.

Elara

Como Scorpius llevaba de segundo nombre el nombre de pila de Draco, nuesta hija llevaría el mío.

Eso era lo único que teníamos claro.

Además, se nos había olvidado decir quienes serían los padrinos de nuestros hijos.

De la niña serían Blaise y Pansy, mientras que del niño serían Theo y Ginny.

A Blaise y Pansy se lo diríamos durante la cena, mientras que a Theo y Ginny se lo diríamos en Halloween.

Además Draco y yo ya habíamos decidido de que iríamos en Halloween este año.

A Scorpius le encantaba la pelicula de Hercules de Disney, así que nos disfrazaríamos de los personajes principales.

Yo iría de Meg, Scorp sería mi Hercules, Teddy sería Pegaso y por último Draco sería Hades.

Y claramente me las volvería a ingeniar para maquillarlo de nuevo este año.

Estabamos terminando de hacer la cena, aquí en Noruega no teníamos elfos domésticos así que yo cocinaba y ellos me ayudaban.

Draco era quien más me ayudaba, como ya habíamos hecho esto en otras ocasiones estaba aprendiendo a cocinar poco a poco.

Sin duda su especialidad era freir huevos, no se como pero le salían increiblemente buenos.

Además no voy a negar que era muy caliente verlo concentrado en la cocina.

Una vez terminamos de hacer la cena la llevamos a la mesa del comedor y empezamos a cenar junto a los niños.

-La verdad es que me gusta este sitio-habló Blaise-me gustaría tener una casa así en alguna parte

-Tienes la mansión de Milan-respondí

-Pero es una mansión, no una casa como esta-respondió él

-Construyete una -respondió Draco-eres millonario, solo necesitas un terreno y arquitectos

-O siempre podemos venir aquí-rió Blaise

-Que gorrón eres-rió Draco-no puedo creer que vayas a convertirte en el padrino de nuestra hija

Betrayed || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora