AFXCR

Capítulo 116 Tratamiento

El vidrio de protección se estaba agrietando en una red a un ritmo visible para el ojo, pero como era un vidrio de polímero de alta densidad, aunque se estaba agrietando, no se rompió inmediatamente por completo.

La expresión del mariscal se volvió grave, y la sirena gigante volvió a golpear la pared interior, con un brillo demoníaco y excitado en sus espeluznantes ojos y un destello frío en sus afilados y metálicos dientes negros.

La tercera vez que chocó contra la pared interior, el tanque se rompió por completo.

El poco líquido reconstituyente que había en el tanque goteaba hasta el suelo, y los ojos de la sirena gigante seguían mirando directamente a los tres, aunque no había ninguna emoción visible en su espeluznante rostro, las comisuras de su boca abierta y la lengua escarlata lamiéndose los labios delataban sus pensamientos.

--...quería comérselos.

"¡Windsor!" El mariscal bramó, intuyendo sus intenciones.

"Es más grande que una sirena normal, ¿lo era desde el principio?" preguntó Yuan Xi de repente.

El mariscal se quedó helado y frunció ligeramente el ceño: "No, las sirenas no tienen problemas genéticos, así que no existe la deformidad ni la mutación genética, Windsor solía ser igual que nosotros".

"Entonces, ¿por qué todavía es capaz de identificarla en este estado?" Yuan Xi volvió a preguntar.

Sin esperar a que el mariscal respondiera, Lance dijo: "Las sirenas tienen secuencias genéticas únicas que se pueden comprobar y verificar para confirmar su identidad".

Yuan Xi: "......" Lo siento, era demasiado ignorante.

Estaba a punto de volver a preguntar cuando la sirena gigante ya había escupido su lengua, que era escarlata y olía a pescado, como la lengua de una rana que sale, convirtiéndose en un largo látigo y azotando a los tres.

El mariscal estaba en el extremo derecho, y fue el primero en ser saludado, así que no esquivó, sino que levantó la mano para bloquear.

Pero Yuan Xi fue más rápido que él, y lanzó su espada directamente hacia abajo, trayendo consigo el poder espiritual que cortó la larga lengua en dos, y la mitad de la lengua que cayó al suelo todavía palpitaba, y la sangre amarillo-verde se derramó de la herida, desnuda.

"Yuan Xi, ella es Windsor ......" ¿Así que puedes ser más misericordioso?

Lance dijo: "Yuan Xi, su sangre es corrosiva y tu formación de recuperación aún no está configurada". Así que no la agujerees y la hagas sangrar.

Antes de que las palabras salieran de su boca, la sirena gigante había atacado de nuevo, y esta vez fueron sus diez dedos los que cambiaron, diez dedos que se convirtieron en diez tentáculos que tenían clavos afilados de forma triangular incrustados en las puntas.

"Eso es asqueroso". Yuan Xi utilizó el cuerpo de su espada como látigo y simplemente ató los diez dedos.

El mariscal estaba bastante preocupado de que le cortara los diez dedos a Windsor en un movimiento asqueroso, y no pudo evitar querer recordarle una o dos cosas, pero de forma totalmente inesperada, antes de que pudiera decir nada, el colorido pelo en forma de serpiente de la cabeza de la sirena gigante empezó a actuar de nuevo.

Al mismo tiempo, la sirena gigante abrió la boca de par en par y una extraña onda sonora salió de su boca. La mente del mariscal zumbó, pero sólo por un momento antes de que no hubiera más movimiento.