Without fear of loving ಇ [Larry] 2

Extra: back to my home

Louis se deja caer en el sillón extremadamente cansado y con la respiración agitada. Sus pequeños hijos le han dado batalla. Han estado inquietos toda la mañana y parte de la tarde y ha creído, muy ingenuamente, que sería demasiado fácil cuidar de dos niños de cinco años, claramente un error. Matthew había querido brincar en la cama muy temprano en la mañana y desayunar panqueques de plátano con mermelada de fresa encima. Luego estaba Michael, quien se levantó de malhumor y lo primero que quiso fue un abrazo y sus ojos se llenaron de lágrimas al no tener a su otro padre cerca y es que Harry ha tenido un día para él, yendo de compras, pasando tiempo con sus dos mejores amigos y teniendo un día de Spa en estos momentos.

No solo lo extrañan los niños, él extraña a su precioso novio y al padre de sus hijos. Solo tuvo besos húmedos rápido sobre la cama y cuando las cosa se calentaron, Harry corrió hacia la ducha. Luego un beso largo y cariño al despedirse. Todo fue bien hasta que esos dos pequeños monstruos se levantaron y el caos se desató, que necesitaba desesperadamente tener algunos minutos de descanso. Esto de ser padre tiene a Louis sintiéndose bastante viejo por no mantener el mismo ritmo que sus hijos.

Han estado activos en el desayuno y en el jardín ayudándolo, demasiados emocionado sin saber mucho que sucedía, pero ansiosos por ayudar, pero sus minutos de descansos se rompen cuando Michael entra al living con una gran sonrisa radiante que inevitablemente le recuerda al amor de su vida, aunque prácticamente Harry y los niños lo son.

—¡Papi Lou, galletitas!

Pide Michael subiendo al sillón con ayuda de Louis para evitar cualquier accidente que pudiese ocurrir. Sus manitas se aferran a su cuello y deja besos en su mejilla que tiene al castaño muerto de amor, porque ser padre es lo más emocionante, pero a la vez cansado, que le ha pasado. Pero ama con toda el alma la familia que está teniendo con Harry, porque en ningún momento se le ocurrió que Harry podría darle dos maravillosos niños y que le podrían dar mucha alegría. Es como si antes le hubiese faltado algo siempre y cuando vio a Harry y a sus dos niños comprendió que era en realidad.

Cuando los besos paran, Matthew ingresa al lugar con los ojos abiertos antes de correr y subirse en el sillón, uniéndose a los besos y a los abrazos. No puede quejarse en absoluto, no puede pretender que ser padre no le agrada, que no le llena la existencia porque sería una vil mentira. Desde que supo de su existencia solo ha tenido corazón y atenciones para sus hijos.

Ambos niños bajan y Louis tiene que encaminarlos hasta la cocina y bajar el frasco con las galletas de mantequilla en forma de animalitos que compra Harry como premios cuando se portan bien y obedecen, y bueno, se lo merecen por ayudarlo en una misión que lo tiene con las nervios a mil y con ganas de vomitar. El anillo escondido en la cesta de picnic que han colocado en el jardín lo tiene mareado y con el corazón latiéndole increíblemente contra su pecho.

Le ha pedido a Liam y Jules que mantengan a Harry entretenido y les ha hecho una reservación en uno de mejores Spas del lugar. Mientras su novio está afuera de la casa, Matthew, Michel y él se han encargado de arreglar el jardín, haciendo un picnic. También colgaron lucecitas que se verán preciosas en la noche y un par de snacks, todos los favoritos de Harry.

—Gracias, papi Lou—ambos dicen al mismo tiempo que se miran a ver y se sueltan a reír.

Louis se agacha luego de mirar la hora que darse cuenta de que falta un par de horas para que Harry este de regreso y el plan de marcha. Les acaricia el cabello, aquellos ricitos rebeldes que están en todas dirección, más por toda la actividad que han hecho.

—Papá Harry debe estar por llegar, así que vamos a bañarnos y estar presentable para él y me diga que sí.

—Papi, dirá que sí—Matthew dice realmente convencido de ello, aunque en realidad no entiende a qué dirá que si, aún cuando se lo ha explicado.