¿Tatuador? 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛

Four

Al día siguiente Jeon se despertó temprano gracias a que quería ir a ver a Jimin a su trabajo ya que por el momento no podía trabajar por lo sucedido en la noche anterior.

Se levantó de su apreciada cama para dirigirse al baño y así poder tomar una merecida ducha con agua caliente, cuando terminó se alistó con un pantalón rasgado de las rodillas y una playera blanca un poco holgada pero a su medida.

Camino en dirección a la cocina preparando un poco de cereal para empezar a comerlo mientras veía un poco sus redes sociales. Después de haber desayunado fue al baño a lavarse los dientes para así poder salir del departamento en dirección al estudio de tatuajes.

Bajo al estacionamiento en busca de su auto y en cuanto lo encontró se subió a este empezando a conducir a la plaza. Al pasar los minutos llegó y fue a estacionar su auto en el estacionamiento para así poder ir en busca del lugar. A lo lejos pudo divisar al pequeño de cabellos rosados por lo que una sonrisa salió de sus labios la cual se esfumó al ver como un chico llegaba hasta el con un ramo de dos girasoles.

Jimin al recibir el ramo de girasoles se despidió del chico y después fue a dejar este en un lugar algo alejado de el, al instante su nariz se empezó a poner roja y su garganta empezaba a cerrarse logrando que su voz se escuchará ronca.

Jeon se acercó hasta donde estaba el chico mientras que su lengua empujaba su mejilla dando a entender los celos que le dieron al ver a Jimin aceptar aquel ramo de girasoles.

En cuanto llegó hasta el pudo notar la nariz de Jimin demasiado roja.

—Hola lindo—

Park al darse cuenta de la presencia del más alto le respondió.

—Hola Jungkook—

Jeon al escuchar su voz se preocupó un poco y acarició las mejillas de Jimin.

—¿Por qué se escucha tu voz de esa manera? ¿Te encuentras bien?—

—No te preocupes Jungkook es normal cuando me da mi alergia—

—¿Tienes alergias?—

—Si, tengo alergia a  los girasoles—

Entraron al local pero Jeon al escuchar aquellas palabras se preocupó aún más de lo que ya estaba.

—¿Seguro que estas bien?—

—Si no te preocupes, al no haber estado mucho tiempo con los girasoles solamente se me cierra un poco la garganta y mi nariz se pone roja—

El pelinegro solamente asintió para después aser interrogado por el de menor estatura.

—¿Qué haces aquí? No recibí ninguna cita para tatuarte—

—No vine para tatuarme, vine para verte a ti lindo—

Jimin al recibir aquella respuesta se sonrojo y desvío la mirada, a decir verdad jamás había recibido ese tipo de coqueteos.

—Por cierto, ¿Por qué ese chico te dio aquellas flores?—

—Oh es que son para mi amigo Tae pero como aún no llega pues me tocó recibirlo a mi—

—Ahora entiendo, por cierto gustas salir a comer conmigo en tu hora de descanso?—

—Me en... —

Jimin no terminó su frase ya que una tercera voz lo interrumpió haciendo que ambos chicos voltearan.

—Tanto tiempo sin verte Jiminnie—