Prefacio

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Camino a paso lento, perdido en mis pensamientos y la mirada en el suelo; mientras avanza hacia el lugar donde los gritos se hacen más audibles.

El mármol blanco pulido que hace el suelo del pasillo un camino sin fin, donde mi reflejo está presente devolviéndome la mirada de aquel muchacho que tal vez muera junto con él. Las paredes de piedra del mismo color que el mármol, son testigo del sonido de mis pasos ralentizados por la cobardía en mí.

Me concentro en ese olor con fragancia cítrica, a aquel perfume caro, mi perfume, yo. Los cuadros con pinturas y formas realmente extrañas, con colores muertos por la falta de brillo y como si cargaran gris. A lo lejos, agudizando el oído, puedo percibir las leves notas de un piano, que en su melodía lenta trasmite una tranquilidad y paz poco conocida para mí. Pero ni lo que oigo a lo lejos, ni cada detalle que vea, hará que mis oídos dejen de escuchar. ¿Tiene eso sentido?

Estando ya enfrente de la puerta, espero que los dos hombres de atrás toquen, pero no lo hacen. Así que, con todas mis fuerzas, los oídos pitando y la vista nublada por el asomo de las lágrimas, levanto los nudillos y toco dos veces, muy despacio haciendo el sonido casi imperceptible. Para mi mala suerte, es abierta a los 5 segundos.

Entro y la escena con la que me topo es exactamente lo que imaginaba, porque después de todo ya la había visto innumerables veces, a diferencia de la persona que ocupaba ese lugar, era lo que hacía que mis lágrimas se desbordaban.

De rodillas, con la cara ensangrentada y las manos atadas a la espalda, su mirada se dirige al instante hacia la mía, lo único que logro visualizar en ella, es súplica.

Camino al interior de la sala lleno de excentricidades y miradas expectantes. Me paro a un lado, junto con las otras 10 personas en el lugar, para que puedan proseguir.

1... cerrando los ojos con fuerza, trato de mantenerme en mi posicion. A pesar de haber mostrado debilidad y miedo; no quiero seguir decepcionando a mi padre y lucho por no hacerme un ovillo para alejarme de lo que presencio.

2... Abro los ojos con lentitud y sufro por la fuerza que me obliga a cerrarlos, miro la escena que se impone ante mí. Al no estar tan lejos, las gotas camercí salpicaron en mí por los golpes y con todo el coraje, la impotencia y el miedo que me corroe me obligo a mantener mis ojos abiertos, pero eso no impide que una lagrima más se deslice por mi mejilla .

Me yergo apretando los puños a mis costados temblando por la fuerza que ejerzo y justo en ese instante mi padre me extiende el arma en mi dirección para terminar con lo que empezó.

Siento como a cada paso que doy, dejo lo que aún me hace una persona normal como cualquier otra... sentir afecto. Afecto hacia el hombre que me cuido desde que tengo uso de razón, el hombre que durante 13 años me cuido como a un hijo, el que me hizo reír, el hombre que secaba mis lágrimas cuando algo no estaba bien, el hombre que en algún momento considerado parte de mi familia.

Supongo que lo que dice mi padre es cierto... el dinero tiene cuerdas invisibles sobre las personas y estas son un muñeco tal cual.

Las personas pueden comprar todo, hasta el amor que en algún momento pueden sentir; sí, ese es el caso de Elías, aquel hombre lo movieron cual muñeco para venderme a nuestros enemigos y no solo eso, durante años planeo todo con los Ferrara para sabotear a mi padre, en conclusión, era un infiltrado. Lo hubiera logrado de no ser porque en su último movimiento, todo fue descubierto.

En el momento que me enteré que fue él quien estuvo involucrado en todo y que no le importé en ningún momento, solo lloré, sabía bien lo que les hacían a las personas que traicionaban la confianza del gran Bianco; eso era lo que más me dolía, que no me permitirían odiarlo y guardarle rencor cada que lo viera. Porque ya no lo iba a ver, ya no le podría preguntar si todo lo que hizo por mí, fue real o sola una treta más de su plan. Iba a sonar patético, pero necesitaba saberlo, solo era un niño y quería respuestas que me hicieran entender, si algo fue real de todo lo que vivimos como si fuéramos padre e hijo. Él no me cuido como a cualquiera que tuviera que proteger por obligación y por dinero, no, eso no fue lo que noté.

Pero ya nada de eso importaba cuando sostuve el arma en mi mano, al menos Elías me regalaría mi "iniciación" como el hijo de uno de los más grandes cabezas de la mafia italiana, demostrando que primero estoy yo y nada ni nadie está sobre mí .

Esta traición solo se paga de una sola manera.

Con las fuerzas de las palabras que mi padre me implantó, levanto el arma apuntando a su cabeza, mientras veo en sus ojos el atisbo del perdón.

Los míos se nublan, porque ser yo quién acabe con su vida como si tuviera algún derecho sobre ello, es con lo que tengo que aprender a vivir. No pensé que este momento llegaría tan pronto, tampoco imaginé que sería de esta manera tan cruda y real.

Si no estaba equivocado de lo que creí ver en su mirada, entonces no dejaría que se fuera sin mi pago por todo lo que antes hizo por mí en su momento.

Así que asentí, quedando mano a mano por todo.

3... el último disparo que terminaría con su vida en mis manos. Para un niño de 13 años no creo que sea un logro y una alegría terminar con la vida de una persona que te cuidó durante años, pero si eso hacía sentir el orgullo a tu padre, entonces tienes que sentirte orgulloso y no tener remordimiento por ello ¿verdad?

Mi cuerpo retrocedió por la fuerza del disparo y me quedé en pie mirando el cuerpo sin vida de Elías; un hombre de 40 años, sin familia que atribuyó a mi padre por unos 15 años y ahora, a quién yo le quitaría su último aliento.

Levanto la vista hacia las personas que se encuentran alrededor de la sala, observando la escena mientras en sus rostros solo distingue el orgullo, el rencor y la satisfacción de la mayoría.

Mi padre extiende la mano para entregarle el arma que aún sostengo y se la entrego luego de que me palmeara el hombro.

 —Primero eres tú hijo... no importa quién te demuestre amor, eso no significa nada si se puede comprar con dinero; ahora muéstrate orgulloso de darte el lugar que te mereces como Ivan Vitale, el hijo del más grande cabeza de la mafia italiana.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2022 ⏰

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