CAP3. PLUVIÓMETRO

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UMI

Tengo miedo. A todo y a todos, porque ya he confiado demasiado como para volver a hacerlo.

Tengo a mi grupo de amigos, a mi familia y a mis aficiones, entre ellas la música. Llevo tocando el arpa desde primaria, y aunque antes me replanteaba dejar el conservatorio, nunca dejaré el arpa. Porque es un instrumento que vive incrustado en mí como una articulación más.

El arpa me mantiene prudente, me obliga a pensar incluso cuando pierdo la cabeza.

Volví a casa tras una mañana eterna de instituto, y recordé que tenía clase de armonía; una lagrima bajó de mi mejilla por accidente cuando rememoré a quién tendría que ver. Eva estaría allí como siempre, nunca faltaba a clase. Eva, Eva, Eva... Su nombre quebraba mi corazón.

Y otra lágrima cayó.

CUANDO DEJAS DE MIRARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora