Este capítulo no cuenta con flashbacks si no que vamos a retroceder a la época de los hechos para que sea más entendible.
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"Si me dieran tres deseos pediría evitar tú pasado, haberte conocido antes y estar siempre a tú lado"
14-09-1991
Pov omnisciente:
El día era lluvioso y nublado, la brisa corría por la ciudad y al entrar a aquella casa se estremecían, pero no importaba siempre y cuando ella estuviera abrigada. Aunque ellos no lo supieran aún, la llegada de esa bebé iluminaría sus vidas para siempre.
Dos pequeños niños de tres y cuatro años observaban curiosamente por el marco de la puerta de aquella habitación a su madre con una bebé en brazos, la pequeña tenia las mejillas ligeramente sonrojadas y su piel era tan suave y limpia que parecía una muñeca de porcelana.
Aquel día lluvioso fue el día de nacimiento de la pequeña hermana de los Haitani, Ren. Al ver la curiosidad de sus hijos la señora Haitani decidió llamarlos para que se acercaran.
—Ran, Rindou vengan a ver a la bebé.
Entusiastamente los pequeños se acercaron como su madre les dijo y al llegar donde ella se encontraba se pusieron de puntillas para poder ver a su nueva hermanita, pero aun así eran muy bajos para alcanzar a verla.
Su padre reía observando como los pequeños intentaban ver a Ren fallando en el intento, decidió cargar a los dos niños y sentarlos en un sofá que se encontraba en la habitación. La Sra. Haitani le entrego a la pequeña a éste y él se acercó a sus hijos.
En el momento en el que al fin la vieron, los ojos de Ran brillaban y Rin solo observaba curiosamente.
—Ella es su nueva hermana, la pequeña Ren.
—¿Ren?— El pequeño Ran preguntó curioso sin poder pronunciar correctamente su nombre.
—Así es, Ren.
Rindou seguía observándola como si fuera lo más interesante del mundo mientras a Ran le aparecía una sonrisa brillante al recordar que su madre le había dicho que tenía un bebé en el vientre, y al pensar que ese bebé era ella lo ponía muy feliz.
Ran extendió los brazos hacia su padre y él al entender lo que su hijo quería decidió cumplir su capricho, extendió a la pequeña Ren a los pequeños brazos de su hermano mayor para que este la cargara acercándose cuidadosamente.
Al sentirla en sus brazos Ran apretó su agarre en ella viéndola con una cálida sonrisa, la apretó más a su cuerpo entrecerrando los ojos maravillado con aquella niña que acababa de nacer.
