Makoto
Me he quedado de piedra mirándolo. Oh por Dios. ¡Es él, de verdad está aquí! ¡No es una ilusión! Dios... quiero llorar.
—U-usted...
No sé si sea porque pasaron tantos años, ¡Pero se ve idéntico! Me fui acercando poco a poco y lo vi estremecerse, su nariz se dilató... es humano, entonces no es él. Mi ángel es un ser de luz que cura enfermedades, no era un humano como yo.
—¿Busca algo en especial? ¿Algún medicamento?
—¿Medicamento? A sí, quisiera todos esos de ahí.
—¿Todos? ¿Se refiere a los analgésicos?
Mire la tienda y no había tantas, pero servirá para que me den una buena comisión.
—Por favor, ¿Puede pasar?
No sé cuánto tiempo estuvo esperando, hace bastante calor el día de hoy. Todo está en una buena temperatura en este local, tenemos el aire acondicionado encendido.
—¿Puede llevarlas a una dirección? No puedo estar más tiempo aquí.
Me sorprendió lo que dijo. Pero también me desconcertaba la manera en la que me veía. Era como si quisiera... Devorarme.
—¿Está bien, podría darme su dirección?
—Claro, permíteme escribirla para ti.
Mientras él la escribía, yo comencé a seleccionar los analgésicos y a pasarlos por la caja registradora, pero sentía que me miraba en todo momento, era una sensación que había sentido antes. Miraba de vez en cuando a este hombre que hacía que mi corazón latiera como loco. El toque de su mano con la mía, me hizo sacudirme, no sé con qué sentimiento, solo sé, que me hacía sentir miles de cosas.
—Quiero que todos los días lleves algo diferente, lo que sea que tengas, lo mejor, ¿entendido? Tengo que hacer un viaje largo al extranjero y no confío en los medicamentos de allá.
—Por supuesto, aquí nada más vendemos lo mejor.
Lo mire cuando me dijo eso y asentí, vaya que es exigente. Me entrego la dirección y fruncí el ceño.
—Señor, esa dirección...
Es la dirección de la que los ancianos hablan... de donde no se escucha absolutamente nada, pero a lo largo de los años, salían chicos aturdidos de ahí.
Yoshiro
Su mirada parecía a la misma que se pone al ver un fantasma, de cierta forma deseaba pidiera recordarme, era imposible recordar tus cosas pasadas, pero eso no me quitaba la esperanza. Su aroma me golpeó como una ola dejándome un momento perdido hasta que sus palabras me llamaron. Mis ojos lo recorrieron por completo, era tan perfecto que moría por tenerlo ya para mí, no podía esperar por mucho tiempo. Sabía que mi toque lo haría reaccionar, me fascina la idea de que aún siente algo por mí, aunque no me recuerde. En cada reencarnación, la persona recuerda vagamente su vida anterior, hasta que finalmente todas caen en cuenta, logrando que sepa cada detalle de cada vida.
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Vampiro cruel
Vampiros¿Qué harías sí en cada reencarnación, tu pareja te odia? Makoto Shimizu, un ser humano bello lleno de virtudes y Yoshiro Hayashi, un vampiro de buena posición, guapo y elegante, pero muy solitario. Siempre busca a Makoto sin importar en qué país ap...