.
JungKook corría lo más rápido que sus piernas le permitían, no había sido buena idea quedarse hasta tarde leyendo a sabiendas que tendría un examen importante con uno de los profesores más estrictos de toda aquella universidad de Seúl.
Chocó con varias personas pero no se detuvo a disculparse debía llegar al tren, pero la suerte no se encontraba a su lado, ya que al lugar donde tendría que pasar su boleto se encontraba una fila larga de algunas quince o veinte personas. Movió su pie angustiado y sacando el libro para ir repasando mientras la fila avanzaba.
06:30 a.m, me van a matar. Pensó al ver el inmenso reloj digital que mostraba la hora.
El sol aún no salía y la fría ventisca de otoño empezaba a calar su cuerpo cubierto por un sweater negro, se mecía de un lado a otro tratando de que su cuerpo se calentara y estornudó un par de veces. Las personas iban avanzando más rápido y JungKook casi miró al cielo demostrando alegría pero se contuvo y cuando solo quedaban tres personas frente a él, el tren llegó ocasionando que se desesperara otra vez, casi maldijo al hombre frente a él por no tener el boleto en mano, al final el hombre al parecer sintió su desespero y lo dejó cruzar, pero para nada pues había perdido ese tren y tendría que esperar otros quince minutos en lo que aparecía el otro.
La estación empezó a llenarse poco a poco, el sol dejaba ver sus rayos anaranjados y el tren aún no llegaba. Sacó su teléfono y le escribió a su amigo quien preguntaba por él, le comentó sobre lo tardado que estaba el tren y que lo cubriera mientras llegaba.
Maldijo el día en el que pensó que era mejor opción haber buscado universidad en Seúl y no en Busan.
¿A quién quiero engañar? Es obvio que en Seúl tengo más oportunidades que en Busan.
Movió su pie con impaciencia hasta que la estación empezó a temblar un poco dando así el aviso de que el tren casi estaría frente a él. Con una sonrisa de alivio se subió al vagón cuando este llegó a su posición, entró con rapidez al momento que sus ojos captaron un asiento vacío el cual ocupó.
Sacó sus libros para seguir estudiando y un par de estaciones más sintiendo su cuello doler levantó su cabeza y sus ojos fueron hacia una chica que se encontraba sentada en unos asientos frente a él pero a dos de la izquierda. JungKook le echó un vistazo de segundos y bajó rápidamente la mirada apenado al ver que ella lo había visto.
Volvió la mirada a sus libros y trató de enfocarse en ellos en lo que restara de su viaje, pero le era imposible no levantar la mirada levemente para mirar a la chica pelinegra de fleco.
.
Historia corta
ESTÁS LEYENDO
Jueves ; LisKook
FanfictionJeon JungKook cogía el tren que lo llevaba a su universidad; Todos los días hacia el mismo trayecto hasta que un día su mundo dio un giro cuando sus ojos enfocaron a una dulce pelinegra de grandes ojos curiosos y labios esponjados. ...