Prólogo : Bueno, empecemos otra ves.

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En una habitación oscura, solo pude escuchar una voz.

-Ha pasado un tiempo desde la última ves que te vi.

Una belleza que asemejaba tener unos 16 años de edad, con una caballera celeste brillante.

Ella era la diosa del agua, Aqua.

-Te he echado de menos, Aqua.

Aunque ya se para que me han traído aquí, siempre me relajo un poco al escuchar la historia.

Aqua se sentó en un sillón decorado, todo a su alrededor parecía un ambiente de oficina.

Donde estoy ahora es el limbo, el punto entre la vida y la muerte.

Aunque yo no estoy muerto.

-La última ves te lo has tomado demasiado enserio, apenas pasaron unos días.

-Eso tiene una respuesta, y es que quería verte.

-… ¿?

Me senté en un sofá largo, rodeando los laterales con mis brazos.

Aqua arquero una ceja de confusión, pero había sido por mi pregunta.

-Cuando inicie en las minas de eterium me pregunté, ¿por qué siempre le hago el favorcito a la diosa?

-¿Eso pensante? Yo pensé que solo me amabas demasiado.

-¡Ha! Si te amara ya hubiera gastado uno de mis deseos en hacer algo especial.

-¿Qué tienes en la cabeza?

Aqua puso una mirada coqueta, aunque no me creeré ese cuento.

-Usaría 10 para poder violarte bruscamente, y ver una teoría.

-¿Qué quisieras probar conmigo, Kazuma?

-Ver cuantos siglos deben pasar para hacerte perder la cabeza.

Aqua solo comenzó a dar risitas por mi petición.

No era la primera ves que jugamos de esta forma, ya es repetitivo.

Puedo decir que hacerle esto es una forma de pasar el rato.

Siendo sincero, el cuerpo de una diosa si es que es fantástico para hacer todo tipo de cosas.

Aqua y yo lo sabemos de primera mano, los humanos tienen la lujuria que a los dioses le hacen falta.

Pero eso no es a lo que he venido aquí.

-¿Qué rango es?

-Es solo un rango-C, puedes tomarte un descanso. Has estado muy activo el último milenio.

-¿De dónde salen tantos tipos malos?

Yo Kazuma Satou, soy conocido como el héroe definitivo.

He salvado tantos mundos que ya perdí la cuenta.

Al inicio salve uno por qué morí de forma estúpida, aunque pedí hacerlo de nuevo por aburrimiento.

Sin darme cuenta comencé a hacerlo como un trabajo, cosa que me dio el favor de los dioses.

Dejaron de enviar humanos, concentrando toda la esperanza en mi espaldas.

Sinceramente ya me es aburrido, así que no me sentaría nada mal un pequeño descanso.

-Sigamos con lo del poder.

-¿Hace falta darme otro?

-Son las reglas, aunque siendo sincera ya no quiero que te sigas haciendo tan poderoso. En estas alturas ya eres tan poderoso como un dios.

Konosuba : El héroe sólo quiere descansarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora