𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘

15 2 4
                                    

Doy un largo suspiro y me echo un poco de agua en la cara y ver mi reflejo en el espejo del baño.
Estoy frustrado y molesto, no sé cómo pude ser tan tonto y dejar que mis emociones me controlaran.

Pero para ponerlos en contexto, esto fué lo que pasó.

Después de aquella plática con Alan y sobre esos celos que no me había dado cuenta, me propuse a mi mismo que tendría cuidado con expresar mis emociones y todo estaba saliendo bien.
Aunque Alan me aseguraba de que no se notaban mis celos por Alya, ella se veía ada vez más atenta conmigo.

Esa tarde, Alya intentó conversar conmigo y después de algunas preguntas, ella logró dar en el clavo y ni siquiera sé cómo lo hizo.

Empezó con preguntas casuales y luego con preguntas personales sin pasar el límite de lo privado, y después de que yo negaba muchas cosas o no respondía otras, ella hizo lo de Alan días antes: Preguntar directamente.

No pude ocultarlo más y lo admití. Le dije que estaba celoso de que Derian fuera tan cercano a ella y aunque se rió de lo que pensaba, ella me aseguró que no tenía sentimientos por Derian y que sí él los tuviera con ella, lo rechazaría porque ya está enamorada de alguien.

Aún así, la idea de que Derian la ame me mata.

Observo nuevamente mi reflejo en el espejo. Quién diría que un chico me pondría de este modo.

¿Cómo Derian se fijaría en mí? No lo sé, pero es imposible que lo haga.

Ahora son dos personas cercanas a mí que lo saben y aunque creo que está bien, no creo que sea conveniente seguir siendo tan obvio, pues no quisiera que Derian se enterara... al menos no aún.
Pero ¿Cómo oculto estos sentimientos? Es imposible, pues cada día sin más fuertes y de allí termino exponiéndome a mí mismo.

Suspiro y dejo de pensar, sino estaré más estresado. Me pongo mi pantalón y una camiseta y salgo del baño.

Escucho voces en la planta baja, como si alguien estuviera discutiendo y me pregunto si son mis padres, que sería un poco raro ya que ellos no suelen pelear.

Un escalofrío recorre mi espalda y sin pensarlo abro la puerta de mi habitación para salir a ver qué sucede y me encuentro con una escena extraña.

Mi padre está a inicios de las escaleras mientras le dice a mi madre, quien lo está reteniendo, que se aparte. Ella suplica que se calme y que encontrarán otra solución.
Pasaron unos minutos en qué no notaban mi presencia hasta que decidí hablar.

-¿Qué sucede?- pregunto y ambos se tiran para verme.

La mirada de mí papá se oscurece- ¡Ven aquí!- ordena él y yo bajo unos cuantos escalones manteniendo distancia.

Mi madre aún sostiene a mi padre y me mira con lástima. Toda esta situación me confunde.

-¡Tomas tus cosas y lárgate de esta casa!- exclama mi padre furioso

Abro los ojos sorprendido-¿Qué? ¿Por qué?

-Luk...- susurra mi madre al borde de las lágrimas

-¡Solo lárgate!

-¡No, no me iré!- digo intentando buscar una explicación- ¡Necesito saber por qué, no tiene sentido que me acosen sin razón alguna!

-No has estado mintiendo todo este tiempo y es algo que no voy a permitir- dice apartando a mi madre y sube unos escalones- Crees que nunca nos entraríamos de que te la pasas fuera rodeado de hombres, ¿Qué mierda te pasa?

-¿Por qué hiciste eso?- mi madre me ve triste- Nosotros estamos buscando lo mejor para ti y tú nos mentiste Lukas...

-¿Lo mejor para mí?- respondo burlón- Ustedes no saben nada.

-No quieres una familia, no quieres alguien con quién pasar tu vida...

-¡Por dios! ¿Te escuchas lo que dices?- exclamo molesto- Tengo 21 años.

-Pero porque pasas tanto tiempo con esos chicos... ¿Y la chica que nos contaste?

-No lo sé, ni siquiera somos tan amigos como dije... Ni siquiera me interesan las chicas...- murmuro lo último por lo bajo pero lo suficientemente fuerte para que lo escucharán

-¿Qué dijiste?- pregunta mi padre temeroso

-¡Qué no me gustan las chicas!- grito harto- ¡No me interesan nada de ellas, las detesto!

-¿Qué quieres decir?- la voz de mi madre tiembla

-Es obvio mamá... todo lo que ustedes tanto temieron y que quisieron cambiarme es real- un nudo en mi garganta se comienza a formar- Estoy cansado de ustedes, de que siempre me estén presionando y estoy cansado de ocultarlo...

Mi madre se cubre la boca con ambas manos ahogando un sollozo mientras que mi padre se hace puños y golpea la pared.

-¡LÁRGATE! ¡NO VUELVAS NUNCA!- grita él queriendo desgarrar su garganta- ¡LÁRGATE YA!

Con mi respiración alterada, subo las escaleras de prisa y tomo mi mochila, una que tenía preparada desde hacía tiempo. Agarro otras cosas extras tan rápido como puedo y salgo de mi habitación corriendo escaleras abajo y sin siquiera mirar a los lado, abro la puerta principal y salgo a la calle.

Corrí por la calle como si mi vida dependiera de ello y hasta llegar al final.

En mi mente no habi ningún otro pensamiento que no fuera "Salí de mi hogar", claro que sí es que puede ser llamado así.

Sabía que este momento llegaría, sabía que las cosas se iban a complicar y creí estar preparado para esto... Pero me equivoqué y mis lágrimas sin testigos de eso.
Mi garganta arde, mi cabeza me duele y el corazón está hecho pedazos.

¿Qué haré ahora?

El poco dinero que tengo no me alcanzaría para quedarme en un hotel ni siquiera para dos noches, tampoco puedo llamar a Derian para pedirle quedarme en su casa y es más, no sabía cómo explicarle todo lo pasó.

No querría mentirle a Derian también...

Tampoco querría molestar a Alan y no hay nadie más al que pueda acudir.

Alya...

Saco mi celular y lo sostengo con manos temblorosas mientras busco el número de Alya.
Sí, tal vez no somos buenos amigos, pero es la única que podría entender mejor mi situación y a decir verdad, ella nunca a sido mala conmigo.

Su celular comienza a sonar al otro lado de la línea y apenas escucho su voz hablarme, suelto el llanto que había estado conteniendo todo este tiempo. Ella preocupada al escucharme así, me pregunta que dónde estoy y después que le dijera dónde, Alya no demora en decir que vendría lo más rápido posible.

Me dejó caer al suelo y me abrazo a mi mismo soltando dejando mi lágrimas salir.

Las preocupaciones llegan a mi mente y no se qué hacer, así mismo preguntas sobre mi propia existencia me perturban.
Ahora estoy solo, sin casa y sin apoyo.
¿Ésto es lo que tengo que pasar por ser así? ¿Acaso siempre estuve equivocado y ser así está mal?

Apesar de que ahora mismo podría odiarme y arrepentirme de haber nacido así, hay algo de lo que no me arrepiento y eso es sentir esto que tengo por mi mejor amigo...

Jamás me arrepentiría de haberme enamorado de Derian.

Inefable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora