𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝙸𝙸

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Una... Dos... Tres y sigo repitiendo hasta que ya no puedo más y decido descansar.

-Casi te sale perfecto, pero te falta mucho novato - grita Derian- Mira como se hace

Él se levanta y corre hacia mí andando arriba de la patineta, se dirige a una rampa y toma impulso para dar un salto. Lo hace bien y perfecto.

Ruedo los ojos y me dejo caer bajo el árbol mientras bebo agua. Derian regresa y se sienta a mi lado.

El verano es mi estación menos preferida y es que, como hombre, hacer deportes con el sol es desagradable.

El sol nos molesta a todos

Un celular suena y Derian lo saca rápidamente, él sonríe y teclea con rapidez.
Una actitud bastante extraña, aunque en realidad es la primera vez que lo veo actuar así.

Dejó de mirarlo, me tiro sobre el pasto y cierro los ojos... Ignorando todo a mi alrededor.

Tap... Tap...

Intento ignorar el teclear de Derian, intento ignorar ese pensamiento de que quien puede entretenerlo tanto, de quién es la persona que lo hizo sonreír con un simple mensaje... ESA JODIDA PERSONA.

-¿Luk?- me habla y abro los ojos

Él me mira con extrañeza o más bien confundido.

-¿Qué?- digo molesto

Derian me sonríe y niega guardando el celular en su bolsillo, bastante intimidado.

No decimos nada más.

Los pensamientos vuelven junto con una pregunta... ¿Derian tiene novia?

Lo conozco desde hace pocos años y nunca lo he escuchado hablar de que alguien le guste y eso que a él le encanta hablar hasta lo más mínimo de su vida.
¿Acaso será que ya esté interesado en alguien?

-Luk...- habla y volteo a verlo- ¿Te gusta alguien?

-¿Qué?

-Bueno, no sé nada de tu vida amorosa pero supongo que debes tener alguien que te interese.

-Pues no... esas cosas no me interesan- respondo tajante

-Vale- alza ambas manos- pero no te enojes

Molesto me levanto tomando mi patineta y me voy a seguir practicando. El resto del día no hice más que eso, practicar hasta decirle que estaba muy cansado y que regresaría a mi casa temprano a lo que "mi entrenador" no puso peros.

Y creo que notó muy bien que no estaba de humor

Cuando llegué a casa, no comí y me fuí directo a mi habitación. Tomé una ducha y al salir me tiré sobre mi cama mirando al techo.

Un hormigueo en mi entrecejo me hace relajar la cara y suspiro.

Aunque intenté ignorar mis pensamientos, esos parecían recios a irse y no entiendo porque estoy molesto.
Que Derian tenga a alguien que le guste no debe molestarme, al contrario, debería estar feliz de que finalmente alguien le ponga riendas a ese tonto.
Sin embargo, algo en mi interior no está contento con esto y eso que solo son unas simples suposiciones. ¿Acaso estoy celoso de que Derian tenga pareja a tes que yo?

No. Yo no salgo con alguien porque no quiero, ninguna chica me llama la atención para tener una relación...
Los chicos... Bueno, hay chicos bastante guapos, pero de igual forma tampoco me llaman la atención, además yo también soy uno.

¿Y sí tal vez soy...

Saben, cosas como la música que escuchas, tu color favorito o si un chico o chica te parece atractivo, no te definen como homosexual.
Sería muy ignorante basarse en algo como eso.

Sin embargo, él hecho de que te sientas atraído románticamente o sexualmente de alguien de tu mismo género, eso sí te hace homosexual.

¿Alguna vez me atrajo un chico? Pues no... Aunque bueno, Derian es el único amigo que tengo. Siempre me siento bien estando a su lado, apesar de que es un tonto en realidad es una buena persona, no juzga y siempre me hace caso, es atento y...

Abro los ojos y bajo la mirada a mi pecho, pongo mi mano sobre éste y siento lo rápido que late mi corazón.

-¿Qué?

(...)

Observo a Derian atento a sus movimientos, enfocado en aprender...

La apariencia de Derian siempre ha destacado así que no me sorprendería si le gustara a alguien.
Su cabello negro revolotea conforme va de un lado a otro, sus cejas están levemente juntas mostrando su concentración y su piel se ve bronceada debido al tope que pasa bajo el sol.

Se detiene y arruga las mangas de su playera hasta los hombros mostrando los no tan marcados músculos.
Él voltea sintiendo mi mirada y yo la desvío al momento, mi corazón late con fuerza y siento una calidez creándose en mi rostro.

Vamos, contrólate

Han pasado ya varios días desde aquella noche y que creí que todo era un nerviosismo, en realidad más equivocado no podría estar.
Esos pensamientos se hacían más frecuentes y cada vez iban más lejos que hacía que mi cuerpo reaccionara.

La vergüenza me carcomía y pensé que El se daría de cuenta de algo, sin embargo no fué así.

Enserio había ignorado todo estos sentimientos

Exacto, no había notado que ese latir de mi corazón, los pensamientos, aquellos celos eran la cara señal de que estaba teniendo sentimientos por mi mejor amigo, solo que había estado ignorando desde el principio y mi cerebro se encargó de mentirme y decirme que era más que comodidad.

Solo que esa noche mi mente se aclaró.

Ahora no solo me gusta alguien, sino que es algo unilateral.

¡Genial, ahora tengo que ser infeliz toda la vida!

Inefable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora