Nuestras miradas permanecen una sobre la otra, fijas, retadoras. Desafiantes.
Al igual que yo, estoy seguro de que ella tampoco está dispuesta a dar su brazo a torcer y ser la primera en apartar la mirada. En una ocasión la escuché decir algo de que la vida no forjó ninguna cobarde; al igual que en ese momento, sigo sin comprender a lo que se refería, pero una idea acerca de no darse por vencida fácilmente sí puedo hacerme.
—¿Hasta cuándo vamos a seguir así? —decido preguntar, empezando a sentir mis córneas sufrir debido a la acción de permanecer tanto rato sin pestañear.
—Hasta que apartes la mirada.
—Hazlo tú primero —ordeno, lo cual parece molestarle mucho ya que su ceño no tarda en fruncirse.
—Por supuesto que no —niega ofendida—. Hazlo tú si es que ya no consigues soportar más —rebate, dando justo en el clavo.
Justo cuando estoy por declararle que no pienso hacerlo, una llamada me interrumpe y provoca que sea yo el primero en apartar la mirada. Justo como ella tanto quería.
La escucho chillar, emocionada por haberse dado victoriosa en este reto silencioso, mientras a resoplidos saco el celular de uno de los bolsillos de mi pantalón. Inconscientemente mis labios se aplanan, demostrando así el disgusto que siento.
Veo brillar el nombre de "papá" en la pantalla, pero en lugar de atender dejo que la llamada se pierda.
—¿No piensas contestar? —cuestiona la morocha, ladeando un poco la cabeza debido a la curiosidad.
—No.
—Podría tratarse de algo importante.
—Créeme, no lo es en lo absoluto —señalo con honestidad.
Porque estoy seguro de que así es. Cada vez que Kim Soo-chul llama no es más que para arrojar mierda a diestra y siniestra.
Así que no, por nada del mundo podría tratarse de algo importante.
—Ya veo —murmura y algo en su mirada parece cambiar.
Mi ceño se frunce.
—¿Te encuentras bien? —pregunto y esta vez es ella quien frunce el ceño—. Parece que no te sintieras bien —aclaro en cuanto la pregunta silenciosa marca el espacio entre nosotros.
Nosotros. Por alguna razón, mi interior se estremece ante la palabra.
—Ah, sí, no es nada —le resta importancia y se agacha un poco para verificar los postres en el mostrador—. Entonces, ¿cuándo piensas irte? —el tono de reproche y molestia vuelve a aparecer.
Aunque no me gusta su pregunta y mucho menos la manera en que me lo dice, prefiero responder antes de que una nueva disputa lo haga por mí.
Si algo he descubierto es que a ella no le gusta ser desafiada porque no es de las personas que da su brazo a torcer fácilmente, pero yo tampoco lo soy, así que si es de asumir un reto lo hago. Sin embargo, con las llamadas no atendidas que ha hecho mi progenitor, siento que ha sido suficiente para hoy como para tener que afrontar algo más que el reproche que me esperan en casa.
—Ya te dije que estoy esperando a Hoseok, mi amigo —hago énfasis, por si no le quedó claro.
—Y yo ya te dije que es fin de semana, que generalmente no suele venir porque son sus días libres —reitera lo que ya sé.
Esta chica debe pensar que soy un idiota, pero no es así. Por la mañana, antes de venir aquí, le escribí y él aseguró que sí vendría; es esa la razón por la que me encuentro en Sweet dreams en compañía de mi enemiga declarada.
—Para ser un chico que aparenta ser inteligente, que algo así se te pase por alto no debe de ser normal —su comentario es mordaz y lo suelta como si quisiera iniciar una nueva contienda—. Ahora veo porqué los chicos buenos siempre salen perjudicados.
Ingresa a la cocina antes de que pueda rebatir su comentario, dejándome con un sabor amargo y las palabras en la boca. Regresa con unos postres que no sé en qué momento horneó y los coloca en el mostrador.
—¿Te han dicho que eres insoportable?
—Tantas veces que si alguien busca ofenderme o hacerme daño con eso, ya no lo lograría —mira directo a mis ojos.
—¿Qué?
No puedo estar más sorprendido que eso, lo cual parece hacerle gracia; aunque su risa sale forzada y algo histérica.
—¿Qué, acaso pensaba que podrías herirme con eso? Si buscas hacerle daño a alguien, tienes que actuar más como un chico malo y dejar de lado toda esa apariencia de niño bueno.
De nuevo su comentario ofensivo hacia mí. Estoy cansado de escuchar a los demás diciendo que soy bueno, me enoja saber lo que piensan de mí por más agradable que eso pueda ser, y estoy hasta el hastío de tantos abusos debido a mi condición de chico bueno.
—No soy un chico bueno. Y mucho menos un niño —de nuevo, esa risa burlesca brota de ella haciéndome querer rabiar.
—¿No? —niego—. ¿Y cómo piensas demostrarlo?
No lo pienso. No me detengo a meditar en ello. Simplemente me dejo llevar por el impulso y la ira que hacen mella en mí, además de otras emociones particularmente desconocidas. Es así como termino estampando mi boca sobre la suya y robándole más que un jadeo de pura sorpresa.
Si quiere que le demuestre que no soy un niño, pues pienso hacerlo. A ella y a los demás.
*Total de palabras: 886.
Pero- NAM, EMPEZAMOS VIOLENTOS :0
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𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐁𝐎𝐘 ━𝐊𝐍𝐉
Fanfiction𝐆𝐁| ❛❛Ser un chico bueno tiene sus ventajas, pero también sus desventajas.❜❜ Namjoon es amable, cordial, servicial y a su nombre está ligado todo adjetivo que califique su animosidad y gesto por ayudar. También es dulce y en ocasiones un poco...