XV |No WhatsApp|

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Mérida se dejo el cabello suelto, se puso su vestido rojo hasta las rodillas y se puso sus tacones rojos también.

Bajó corriendo.

Ya iba tarde.

Se subió a su hermoso Audi r8 rojo y aceleró a fondo.

Cabe decir que estuvo a punto de volarse un par de semáforos, pero al fin llegó al salón.

Cuando entró, todos la quedaron viendo. Se acomodó un mechón de cabello y se acercó a Elsa que traía un vestido azul rey hasta debajo de las rodillas.

-Hola. —le susurró a su amiga que estaba firmando unos papeles—

-Hola, Srita. Impuntualidad.

-Que puedo decir, es mi logo.

-Ojalá te atrevas a llegar tarde el día de la boda, roja. —dijo su amiga en tono de regaño—

-Calma, platinada. Puede ser malo para la criaturita.

-Puede ser malo para ti. —dijo y la jaló hacia una mesa—

Caminaron hasta llegar a donde estaban Punz, Eugene, Anna, Kristoff, e Hiccup.

Mérida hizo una mueca.

-Lo siento, nena, pero te toca sentarte al lado de él. —le dijo Elsa, con la misma mueca que ella—

-Bueno, pero me las pagarás, eh.

-Sabes que te amo. —dijo la platinada depositando un beso en la frente de la pelirroja y yendose—

Mérida se sentó al lado de él. Saludó a Punz, Eugene, Anna y Kristoff. A Hiccup solo le hizo una mueca con indicios de sonrisa.

(...)

Mérida se dirigía al bufet. Se veía muy bien, había canelones a la marinera, arroz de coco, pollo con salsa de champiñones y una limonada frapé. También había una sesión de postres.

Mérida se dirigía a la sesión de postres con su plato en la mano. Y sintió a alguien atrás.

-Por el puto amor a Alá, ¿quieres dejar de perseguirme?

-Yo no te estoy persiguiendo, inmadura.

-¿Disculpa?

-Te dije inmadura, por si no escuchas.

Mérida tomó un muffin de glaseado azul y se lo restregó en todo el traje a Hiccup.

-Le faltaba color. —dijo sonriéndole falsamente—

Hiccup tomó otro muffin, esta vez de glaseado blanco y repitió el procedimiento.

-El tuyo tenía mucho. —dijo yendo a la mesa—

Mérida tomó aire y lo botó.

Si así quería jugar, así jugarían.

Se dirigió a la mesa y dejó caer, "accidentalmente", el plato en la cabeza de Hiccup.

-Uy, que torpe soy. —dijo con inocencia—

-Tranquila, —le dijo Hiccup falsamente— dame un abrazo.

El castaño la abrazó, restregándole todo a su vestido.

-Eres una zorra. —le susurró Hiccup—

-Cállate, la boca te huele a cebolla. —le dijo al oído—

(...)

Después de limpiarse y un severo regaño de Elsa, fueron al salón ya que era la hora del baile.

No voy a especificar, pero habían tropiezos fingidos por aquí y por allá. Uno que otro "Auch" respondido por un "A mí también me dolió así".

Acabado el ensayo, Mérida recorrió el lugar, donde se dio cuenta que había una piscina. Una sonrisa perversa se asomó en sus labios.

-¡Hiccup! —llamó al ojiverde que llegó hacia donde ella—

-¿Qué?

-Oye, yo enserio lo siento, ¿sabes? —dijo—

-Bueno, para mí tampoco ha sido fácil, —el chico dio la espalda, mirando la piscina— y creo qu...

Mérida lo empujó hacia la piscina.

-No, ya no lo siento.

Salió corriendo de allí hacia donde Elsa para acompañarla a la ecografía con Jack.

\Mi seño de algebra me ama♚♚♚/

~WhatsApp~Mericcup~2~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora