capítulo 36

511 38 37
                                    

Narrador Katherine:

La tenía enfrente de mí, tenía enfrente a esa maldita que supuestamente se iba por dos semanas.

Katherine: ¿Qué quieres Rebekah?

Rebekah: Más respeto.

Rodé los ojos. Esa estúpida Mikaelson seguía siendo una tonta.

Katherine: No estoy de humor.

Rebekah: Se nota, Kath.

La ignore, me voltie a la barra para seguir tomando mi bebida.

La sentí tomar haciento a mi lado, acto que también ignore.

Rebekah: Kath...

Un suspiro se escuchó de su parte.

Rebekah: Lamento haberme desaparecido por tanto tiempo. Pero sucedieron muchas cosas.

Katherine: Te fuiste por tres décadas o más, Rebekah. Incluso los primeros meses te estuve llamando, pero nunca contestaste.

Hablé aún sin mirarla, nunca se lo aceptaría pero realmente me afectó no tenerla conmigo.

Rebekah: Lo sé, la visita familiar se complicó, tuve algunas discusiones con Nick y ya te imaginarás lo que sucedió, desperté 15 años después, me enteré que iba a ser tía algo que era prácticamente imposible pero no. Klaus iba a ser papá y eso desató demasiados problemas.

Después de escuchar esas palabras, me giré para tenerla de frente. Ella no miente, nunca lo hace.

Rebekah: Tenía que proteger a mi sobrina, Hope, es su nombre.

Una sonrisa salió de sus labios.

Rebekah: Yo le he hablado mucho de ti, ahora es una adolescente. Katherine, fue todo muy difícil, ella es una trihíbrida.

Katherine: Bromeas ¿no?

Una risa se escuchó de su parte.

Rebekah: No lo hago, decían que con su nacimiento sería el fin. Y casi lo es, tubo que aprender a controlar su lado licántropo, el vampírico que ella misma decidío activar y el de bruja. Aunque todos la ayudamos a que lo hiciera.

Tengo que hacerla enojar un poquito.

Katherine: Ah sí, pues que lastima por ti y tu familia. Pero dime eso que tiene que ver conmigo.

Rebekah: Katherine, necesitaba protegerte y aunque no lo creas eres muy importante para mí. Cada cosa que hacíamos nuestros enemigos ya lo sabían, no quería que se enterarán que tú me importabas o te pondría en peligro.

Katherine: Ah, órale.

Rebekah: Katherine.

Ella comenzaba a enfadarse.

Rebekah: Lo hice para protegerte, Katherine si hubiera podido mínimo hacerte una llamada te aseguro que lo hubiera hecho.

Alzó su voz, yo mordí mis labios para no reír.

Rebekah: De qué te estás riendo estúpida.

Katherine: De ti, no es claro.

Rebekah: Lo dejaré pasar, solo porque te extrañe.

Antes de que pudiera reaccionar, sentí sus brazos rodearme. Rebekah podría ser una perra, pero cuando alguien le importa se vuelve un diabetes para tu vida.

Katherine: Suficiente contacto.

Rebekah: Te conozco mejor que nadie, tú también me extrañaste.

Si supiera, que ya no es la única con la que soy transparente, si supiera lo que me ha sucedido en el último año.

SIEMPRE FUISTE TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora