SIEMPRE FUISTE TÚ

Capítulo 45

Narrador Katherine:

Una vez más me encontraba en una de esas llamadas con Caroline, que me ponían de buen humor y no tanto por la conversación, sino el hecho de que a Rebekah le molesta aunque lo niegue.

Katherine: ¿Celosa?

Mencioné aún con el celular en mi oído. Caroline y yo desarrollamos una buena amistad en estos últimos años. Al principio solo era porque quería saber de T/N, ahora no es solo eso, la chica me cae bien. Y siendo sincera también lo hago para molestar a Rebekah.

Caroline no paraba de reír. Y la cara de Rebekah también provocaba que yo lo hiciera.

Rebekah: Kath es mía.

Habló de manera fuerte y segura, con cierta molestia que me fue fácil notar. Cosa que no me importó, pues me volví a reír.

Apesar de que no era necesario poner en altavoz para que Caroline escuchará, lo hice.

Aventé el celular a la cama, en la cual estaba Rebekah. Mientras me recostaba a su lado.

Caroline: Ah, estás ahí.

Estás mujeres me recuerdan a mí, cuando intentaba negar lo que sentía por ella...

Rebekah: Haré una fiesta el fin de semana, están invitados.

Sé que intenta evadir lo que en realidad quiere decirle.

Caroline: Ok.

Probablemente Caroline también trataba de esconder una sonrisa, imaginar esa escena me hizo reír.

Rebekah: Kath y yo estamos aburridas, por eso la fiesta.

Intento justificar el hecho de la invitación, pero aún no puedo entender para que quiere invitarlos. Ella dice que es para que le demuestre que ya superé a T/N. Pero yo sé que esto es por otra rubia, igual a ella.

Katherine: A mí no me metas.

Está claro que yo no quiero esa dichosa y estúpida innecesaria fiesta.

Caroline: Y dime, quiénes estamos invitados?

Caroline ya había analizado las palabras dichas por Rebekah, dudando que el “están invitados" incluyera a la parejita.

Rebekah: Todos ustedes.

Comentó con naturalidad, fingiendo que sus palabras valían un cero a la izquierda.

Preferí tomar una de las almohadas y ponerla en mi cara, deseando tener una de esas dagas que Klaus utiliza en sus hermanitos, incluída la tanta que está a mi lado.

Caroline: ¿Damon y T/N?

Duda, sorpresa y confusión. Era como definiría el tono de voz de Caroline. La estúpida almohada no hacía nada para que no siguiera escuchando.

Rebekah: Sí, ellos también.

Apesar de que no podía mirarla, sentí como volteó a verme al momento de hablar.

Yo seguía con la almohada en mi cara, apretándola con mis manos, casi queriéndome asfixiar con ella.

Caroline: Pero y Kath.

Bueno, por lo menos está rubia si pensaba en mí.

Rebekah: Ya hablé con ella.

Si pudiera la mataba.

Rebekah: Está de más decir que no les digas que Kath y yo somos amigas.

Claro, si lo dice ninguno de los dos asistirá y Rebekah quiere drama.