T2:Cap11- Pesadillas

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Pov: Henry Potter Peverell

En cuanto me vi libre de irme, corrí como si vida dependiera de ello, las piernas me dolían, me encontraba cansado, pero una parte de mi creía que si me detenía, el volvería por más, y un lo sigo creyendo.

Corro por los pasillos desiertos del colegio, con el único objetivo de llegar a mi sala común, y no toparme con Filch o su gata, sabia que ya eran más de la hora permitida para que un alumno se encontrara fuera de la cama y encontrarme con Filch, era ser llevado a la dirección, y la resta de puntos hacia mi casa era lo de menos, era el interrogatorio al que me vería obligado a responder, era la posibilidad de que el director se enterase de todo.

Llegar al cuadro de la dama gorda sin duda fue más fácil de lo que llegué a creer, la dama gorda me cedió el paso algo dormida, con seguridad no recordaría haberme visto afuera de la sala común muy noche, crucé la sala común y a apenas llegué a mi habitación, me encerré en el cuarto de baño, me despoje de toda mi ropa y me metí a la regadera, tallado con fuerza todo mi cuerpo, me estaba lastimando y mi piel había adquirido un tono rojo, pero era mejor que sentir la suciedad que me invadía.

Y cuando termine, me recosté sobre mi cama, intentando poder dormir, pero no me sentía nada bien, el estómago me dolía y los recuerdos no quería abandonar mi memoria, lance un hechizo de silencio sobre mi cama, y lloré sobre mi almohada hasta que me sentí demasiado cansado como para llorar.

El despertar por la mañana no fue nada tranquilo, me encontraba dentro de una pesadilla interminable, ni siquiera tuve ánimos para levantarme de mi cama, o de asistir a mis últimas clases antes de las vacaciones, el siquiera respirar era una pesadilla, todo a mi alrededor era una pesadilla.

Solo pude levantarme cuando era la hora de irnos, mis ganas de irme de este lugar eran mayores a no querer levantarme, ignoré todo a mi alrededor solo centrándose en mi deseo de largarme de aquí, empaque y guarde mis cosas y fui uno de los primeros en salir del castillo y esperar el tren, fue aquella la espera más larga y dolorosa de mi vida.

Para mala suerte, el profesor encargado de escoltar nos y vigilarnos hasta que entráramos al tren era el, Albus Dumbledore, en cuento me vio y se vio alejado de los alumnos, se encaminó hacia , parecía querer hablar conmigo, cosa que no deseaba, lo evité y caminé hasta el tren, sin mirarlo, pues estaba seguro que si lo miraba el dolor y los recuerdos de aquella noche volverían y de nueva aquella sensación de asco también, el se acercó a pesar de mi rechazo y tocó mi hombro derecho con cierta fuerza, disimulando su comportamiento con una sonrisa, no quería llamar la atención, asi que me alejé de el inmediatamente y corrí hasta el tren, escondiéndome en algún vagón vacío.

SECRETOS (REEDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora