Parte 9:

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Kira acababa de encontrar la death note y yo estaba por ejecutar mi nuevo plan.
Necesitaba evitar la muerte de L para poder volver a estar con él. No había otro modo de salvarlo sin que me odiara.
Esto lo sabía bien porque L era muy orgulloso. Si intentaba convertirlo en shinigami, él me odiaría por no intentar dejarlo vivir.
Por eso decidí usar este plan tan inteligentemente creado por mi padre.
Hoy era treinta y uno de octubre. Así es, su cumpleaños... y también... el día que nos conocimos.
Obviamente no nos habíamos conocido cuando L entró a mi cuarto a cantarme "happy birthday", porque de hecho, a pesar de nunca haberle visto la cara completa, siempre pude verlo con la cara cubierta... en la wammy's house, y la primera vez que lo vi, fue en una fiesta de disfraces de Halloween, en la que me visitó directamente en mi habitación.
Conociéndolo como lo conocía, sabía que reviviría sus recuerdos conmigo volviendo a aquella celda... en ese cuarto de paredes blancas y de luces tenues.
Esa habitación donde estuvimos juntos tantas veces desde mi último cumpleaños...
Ese lugar tan lleno de recuerdos.
...
Preparé lo que necesitaba. Tomé mi death note y comencé a recortar algunas hojas para conservarlas yo.
Después de eso, me guardé las hojas en mi cinturón de cuero para poder entretenerme yo mismo y escribir nombres sin que mi vida se acabara.
El resto de la libreta, la arrojé por el portal al mundo humano, con la intención de que cayera en esa celda que ahora tenía un panel para insertar un código de acceso en lugar de la cerradura de llave y una puerta corrediza de metal.
En cuanto la libreta cayó casi debajo de la cama de mi antigua habitación, bajé por el portal hacia el mundo humano tratando de evitar llamar la atención de los demás shinigamis y volé con mis alas por primera vez. Se sentía un poco extraño y me tambaleaba un poquito con las corrientes de aire... pero era divertido.
Bajé con cuidado, procurando aterrizar en una pieza al atravesar el techo de la prisión de alta seguridad.
Me posé en el pasillo de la entrada de la celda y ahí estaba él. Por fín lo vi sin esa cadena que lo ataba a su peor enemigo, quien seguramente estaba planeando matarlo en este mismo instante.
Ingresó el código de seguridad sin siquiera notar mi presencia (claramente porque no era posible ver a los shinigami sin haber tocado su libreta). Se paró frente a la puerta y presionó "enter code" para que la puerta se abriera.
La contraseña era 12-13-04-03. Ya suponía por qué era así.

(Nota: L es la letra 12 del alfabeto. 13 es el número de B. 04 es la suma de 1+3 en el trece y 03 es la suma del doce. Es decir que la contraseña era L,B,B,L.)

Antes de entrar se asomó y se fijó en mi polvorienta cama con aires de anhelo en su rostro.
Todo lo había dejado justo como había quedado el día en que morí a excepción de la cerradira de la puerta.
Tal vez había decidido cambiarla para que sólo él la pudiera abrir... nisiquiera las personas que antes me cuidaban, que tenían su propia llave de mi celda, podrían entrar cuando quisieran.
En cuanto L se acercó sólo un paso adentro, no pude contenerme más.
Toqué su hombro por encima de su playera con ganas de hacerlo mirarme, pero a pesar de que él pudo sentirme y voltear hacia mí, no podía verme.
Él se sentía como si estuviera alucinando. Pensar en mí le traía problemas posiblemente "mentales" y era lo ultimo que necesitaba.
Pero cuando yo me di cuenta de que creyó que su mente le estaba jugando una broma, y se dio vuelta para entrar, toqué su mano con la punta de mi dedo, cosa que él casi no sintió. De hecho, lo hubiera hecho sentirlo si hubiese sido posible.
En cuanto se cerró la puerta detrás de sí, lo seguí atravesándola.
Él se acostó boca abajo en mi antigua cama y luego dio un cuarto de vuelta para recoger sus rodillas acostado de lado y entrecerrar los ojos...
Esos enormes ojos negros ahora tenían más ojeras que nunca.
Me acerqué por detrás y me recosté a su lado. Lo abracé con delicadeza y entonces no pude contener más mis sentimientos encontrados.... Tales como mi ira conmigo mismo por no poder haberle dicho lo que le tenía que decir antes de morir que era completamente estresante, mis ansias por tenerlo entre mis brazos que eran insoportables, y mi alivio de por fin tenerlo a mi lado qie se acababa de convinar con mi antigua tristeza de tal vez no poder abrazarlo de nuevo.

El Diario de Beyond Birthday -FANFIC YAOI-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora