Parte 2: Interrogantes

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Amaneció al día siguiente y me levanté de mi cama. L se había marchado hace ya varias horas. Él terminó por no preguntarme nada. Seguro que vendría hoy a hacerlo, así que me arreglé un poco poniéndome laca en el cabello para después comenzar a comerme unos pocos de los distintos dulces y pastelillos que me habían traído por mi cumpleaños... sobre todo, la mermelada de fresa, que terminó manchando mis dedos completamente.

Me volví a recostar en mi cama y esperé a que L llegara. Descansé un poco.

Me quedé dormido.

Comenzé a soñar con algo que en mi poinion, era bastante extraño. L estaba con migo en mi celda, ya me amaba lo suficiente, puesto que me estaba abrazando con ternura...

-B... me... me gustas mucho...

Mi corazón comenzó a latir fuertemente, yo desconocía la razón, pero mejor me calmé un poco y luego pasé a efectuar la segunda fase de mi plan.

-Law... -Dije con ternura. -je... jejejejeje... ¡hahahahahaha! -Reí descarada y descontroladamente sin poderme clontener. -¡te odio! -Grité despiadado y sin titubear- ¡te odio y quería jugar con tigo!... vaya que todo esto dió resultado... eres tan inocente... tan idiota...

Antes de que pudiera terminar de hablar, L se puso de pié y abrió la puerta de entrada, marchándose con el cabello en la cara, evitándeme ver su expresión. No podía creerlo... por fín lo había hecho. Había efectuado mi dulce dulce venganza... ahora sí que podía estar feliz aún si era encerrado dentro de esta habitación de carcel especial para mí... esta habitación que no tenía ni un solo punto débil que yo pudiese burlar. L cerró la gruesa puerta de metal tras de sí y se fué.

Un momento... ¿Qué es esto? ¿Por qué no me estoy riendo? ¿será que... yo también salí herido? no... no podía caer tan bajo... ¿o sí?

Me levanté de mi cama y empesé a tocar la puerta cerrada.

-¡L! ¡Déjame salir! ¡No te vayas! ¡quiero explicartelo! ¡¡L!!

Pronto, sólo pude escuchar mis manos golpeando la puerta fuertemente, tratando desesperadamente de salir a buscarlo...

Un momento... ahora ya no soy yo quien toca la puerta.

Desperté de golpe, escuchando los toques una vez mas, pero esta vez no se trataba de un sueño.

-¿Q-quién es?

-¿Quién va a ser? ¿No es obvio?

-¿L? Ah, lo siento. Me quedé dormido.

-Descuida. -Dijo entrando.

-Aún no entiendo para qué tocas la puerta si tú eres el que tiene llave.

-Es simple moral. Respeto de privacidad. No quiero abrir y verte a medio cambiar o algo así.

-Descuida. De todos modos ya me has visto desnudo, ¿no? -L se sonrojó un poco -Declaro oficialmente que te dejaré entrar sin tener que preguntarme. Sería bueno poder despertar viéndote a mi lado...

-...tal vez lo haga.

Ambos nos sentamos en la cama frente al carrito de los dulces que L trajo ayer.

-Al final casi no comimos nada -Dijo él.

-Claro que no lo hicimos. Estubimos haciendo eso durante tu visita.

-Tienes razón. Y hablando de eso, yo ya cumplí las tres condiciones, así que quiero hacerte las preguntas.

-Adelante. Responderé lo que pueda.

El Diario de Beyond Birthday -FANFIC YAOI-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora