5. Reencuentros

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Después de haberlo repasado un par de veces más en su mente, Valentina se decidió a ir a Cdmx. No esperaba volver tan pronto pero el destino -y su ex novio- hace de las suyas.

Ahí estaba, un martes, a las cinco de la tarde esperando a abordar el avión, está vez no quiso irse en autobús, era más tiempo y cansado, eso y sin mencionar sus náuseas a causa de las curvas en la carretera.

La única desventaja de esto es que no le daba tanto tiempo para pensar. ¿Cómo debía tratar a J? Como un amigo normal o guardar un poco de distancia, no quería que el confundiera las cosas o más bien dicho, ella no quería confundirse.

Al transcurso de una hora y cinco minutos, ya estaba aterrizando. Sentía frio, era notoria la diferencia entre el clima de Cdmx al caluroso clima de Ixtapa. 

Caminó por el pasillo del aeropuerto buscando alguna cara conocida entre la gente. Ya que se puso de acuerdo con Daniel, Diego y J para sorprender a Roberto.

Valentina le había mentido al baterista diciéndole que no podría asistir a su fiesta porque debía aprovechar el tiempo libre que tenía para hacer otros compromisos.

Obviamente Roberto se molestó al inicio pero lo entendió, aunque cada que Vale le mandaba un meme el se limitaba a dejarla en visto.

Siguió caminando hasta que logró visualizar a su querido amigo y ex jefe.

"¡Vainilla!" Gritó Valentina emocionada al ver al hombre sosteniendo un pequeño ramo de flores.

"¡Vale!" Vainilla caminó rápidamente unos metros para abrazar a su amiga."¿Qué tal tu vuelo?"

"Estuvo bien." Sonrió.

"J iba a venir a recogerte pero me marcó para decirme que no podía, Roberto se había levantado a orinar justo cuando el estaba por salir y no quería levantar sospechas." Explicó Vainilla. "Pero me dijo que te entregara esto." Le extendió el ramo de flores, entre los cuales resaltaba el color amarillo de los tulipanes.

"Gracias." Dijo aceptando el ramo.

"¿Quieres que te lleve a la casa de tu hermana o..."

"Ella tampoco sabe que estoy aquí. Pienso sorprenderla también en la fiesta." Aclaró Vale.

"Entonces te llevaré un rato a mi casa para que descanses un rato antes de la fiesta." Ofreció Vainilla quitándole la maleta a Valentina para que lo siguiera.

Ambos caminaron hasta el estacionamiento y guardaron la maleta en la cajuela del auto.

"¿Y a ti qué tal te va con los chicos?" Preguntó Valentina mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

"¡Ay, esos niños son un pinche desmadre! Ya me salieron canas por su culpa, pero todo va bien." Dijo entre risas. "Lo único que nos falla es el estilista. Los chicos no están tan conformes con él, sienten que no los toman en cuenta a la hora de escoger el vestuario."

"Oh ya." Dijo Valentina mirando por la ventana.

"Sí es una indirecta, Valentina. Los chicos te extrañan en el trabajo, también yo y Wakks." Dijo dándole un pequeño golpesillo en el hombro haciéndola reír.

"También los extraño... pero ya tengo un nuevo trabajo."

"¿Y te gusta?" Interrogó Vainilla.

"La verdad no."

"Chica ¡Entonces no sé qué esperas para volver con Wiplash!" Exclamó Vainilla.

FUCK YOU / WIPLASHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora